Semana santa fue el detonador y se aproxima día a día la tercera ola de contagios con sus correspondientes defunciones por irresponsabilidad o ignorancia porque mucha gente inconsciente salió de vacaciones a playas y otros a distintas ciudades que para recibir más turistas, como Oaxaca, políticamente movieron su semáforo a amarillo, con las respectivas consecuencias que vendrán la semana próxima, según advirtió el Centro de Investigación Red Osmo, indicando que no existe en un gran sector de la población conciencia de la gravedad de la pandemia.
Primero fue epidemia, lego pandemia y ahora hasta se podría decir es holodemia porque impacta absolutamente todo, la vida, salud, economía, relaciones, turismo, educación, instrucción, empleos y absolutamente todo lo humano en su desempeño y cotidianidad ahora alterada y en espera de una nueva regularidad, porque si bien gracias a la ciencia se ha inventado en tiempo récord una vacuna que inmunizara a casi toda la población, convirtiendo al covid-19 en una enfermedad del tipo del sarampión, viruela o poliomielitis, que han sido domadas por la vacunación global, lo trascendente e importante es que muchos países del mundo, excepto los tres de peor manejo político, Brasil, México y EU gobernados populistamente, condujeron a México al tercer lugar mundial en muertos y contagios, y seguirán aumentando, porque no existe como en todos los países del mundo menos los tres primeros, políticas púbicas serias, sensatas y ajenas a intereses políticos que culpan de fracasos, torpeza e incapacidad al pasado, de tal forma que en México cada quien hace lo que quiere, porque no hay autoridad que se respete ni ejemplo noble a seguir, saliendo de vacaciones impulsiva y silvestremente esta semana santa, que de santa no tiene nada, como sucedió también en navidad y fin de año, porque en México para el gobierno la vida de los mexicanos no vale nada, porque lo que realmente le interesa es el voto este 6 de junio, para establecer definitiva y totalmente la autocracia, el poder omnímodo que se podría acabar a parir de julio, porque los muertos no votan y si todos aquellos que reciben sus dadivas y limosnas oficiales cada mes obtenidas de impuestos de gente que trabaja y paga gravámenes por cualquier transacción comercial, que al deducir impuestos se transformara en dinero para adultos mayores, desempleados, ninis, madres solteras y todo aquel que se incluye en la política nacional que dice: primero los pobres, porque más allá de que realmente importen al sistema, lo cierto es que al ser inmensa mayoría, proporcional es el numero de votos, así que vendrá la tercera ola de contagios y muertos, pero no se cerraran los negocios, bares, restaurantes y mucho menos se limitaran las campañas políticas ni las elecciones, porque después de la tercera ola, vendrá la cuarta, la verdadera cuarta transformación que ya esta convirtiendo a México en un país en el que ninguna persona se ha salvado de incluir a alguien muerto por covid o desempleado, arruinado o quebrado y llegara la Cuarta transformación con medio millón de muertos que no votaran.