El creciente acceso a internet ha cambiado la forma en la que nos comunicamos con nuestra familia y amigos. Compartir información personal en línea se ha convertido en algo cotidiano y tiene un impacto en la relación con nuestros seres queridos, incluida nuestra mamá.
Es común que quienes tenemos una cuenta en alguna red social, compartamos fotografías de la última fiesta con nuestros amigos, que también resultan ser visibles para mamá. O bien, para ella podría resultar normal subir una foto de nosotros en la pubertad, la cual no quisiéramos que amigos o conocidos la vean. Este tipo de situaciones podrían generar tensión en la relación madre e hijos si no la gestionamos de forma adecuada.
En una era donde prácticamente todos los usuarios en América Latina (97.4%) se conectan en línea varias veces al día, cuidar la privacidad se ha convertido en un gran desafío. Según una encuesta reciente de Kaspersky Lab, casi uno de cada cinco (19.7%) ha visto información privada sobre ellos mismos o sus familiares que no debía haber sido del dominio público.
“El conflicto en la relación madre e hijos radica en la extensión de la comunicación al mundo digital, para la cual no hay reglas escritas. Por una parte, está la inquietud de que diferentes grupos de personas a nuestro alrededor interactúan en un mismo espacio. Además, existe una creciente preocupación por evitar que sus datos caigan en manos equivocadas y potencialmente se utilicen en su contra, ya sea por parte de ciberdelincuentes que buscan ganancias financieras u otros terceros que quieran obtener algún uso de ella, como un amigo enojado o un posible empleador”, mencionó Roberto Martínez, analista Senior de Seguridad en Kaspersky Lab.
En este Día de las Madres, Kaspersky Lab comparte cuatro consejos para crear un canal de comunicación nuevo y digital con mamá:
Privacidad en publicaciones. Platica con ella sobre el manejo de redes sociales y la exposición que pueden tener. Muéstrale las herramientas que existen en las plataformas, que ayudan a restringir quién puede o no comentar en alguna publicación. Resalta también los riesgos que existen al publicar información sensible, como su ubicación, números telefónicos o de cuentas bancarias, que pudieran ser empleadas por cibercriminales.
Resguardar la seguridad de información personal. Configurar la privacidad de redes sociales de una forma en la que tú o tu mamá pueden sentirse cómodos y seguros. Cada uno puede determinar en la configuración de sus redes sociales, quién puede ver las publicaciones de sus respectivos muros, quién puede publicar en su perfil y etiquetarte a ti o tu familia y amigos en fotografías.
El candado digital. Recomiéndale que utilice contraseñas seguras, tanto en sus dispositivos, como en sus redes sociales. Además de evitar que deje las sesiones abiertas en sus dispositivos. Como sucede a menudo, dirá que resulta difícil recordarlas, por lo que sugiérele utilizar una aplicación para gestionar todas sus contraseñas, que permita almacenar la información de sus cuentas en un lugar seguro.
Información verdadera y falsa. También es importante discernir la información que aparece en Internet e identificar la que potencialmente es falsa. Muchas veces este tipo de publicaciones son utilizadas como phishing para dirigir tráfico a sitios no auténticos o para desinformar a las personas. Antes de dar clic a algún enlace es importante cuestionarse la veracidad de la información y de la fuente, para eso, lo mejor es verificar que el URL sea confiable y ante la duda, será mejor no dar clic.
“La protección de datos y seguridad digital son elementos que no hay que perder de vista. La recomendación es cuidar lo que publicamos y con quién interactuamos, ya que otras personaspueden aprovechar cualquier vulnerabilidad para lograr sus objetivos”, concluye Martínez.
Forbes