Creo que ahora sí abusaste de tu pluma Alfredo Martínez de Aguilar, y eso es imperdonable. ¡Cómo es que te atreviste a señalar y a desenmascarar a quienes creen que tienen el poder y el dominio sobre toda autoridad y sobre todo el pueblo! Te pasas. En serio. ¡Te pasaste!
Parece que no sabes que a ellos no se les puede ver directamente a los ojos, ni mucho menos, escribir sus nombres, pues por eso se llaman “clandestinos”. ¡Te pasaste de valiente, Alfredo!
Lo peligroso y doloroso del asunto es que por tu culpa, el pueblo de Oaxaca ya sabe los nombres de los que están atrás del movimiento magisterial y qué es lo que persiguen. Con eso, preferiste el verdadero periodismo sobre el peligro. ¡Abusaste, Martínez de Aguilar!
El periodismo en estos casos peligrosos, se debe ejercer con diplomacia para evitar la confrontación con los grupos violentos que tienen amagada la entidad.
¿No sé por qué te arriesgas tanto? Te pusiste frente a unos embozados que se preocupan en cubrir sus nombres, y tú, sin escrúpulo alguno, los desenmascaraste desde el primer round. ¡No se vale! Ahora qué va a decir su familia: la esposa, los hijos, los vecinos. Ahora están molestos porque “contaminaste” su buen nombre. ¡Bah!
Las amenazas contra ti y otros periodistas no son gratis. Tienen razón en decir que eres un represor y que no los dejas actuar con libertad. Tienen razón al oponerse a tus columnas y las de cualquier otro que encare sus principios de violencia y terrorismo.
No sé dónde tenías la cabeza para enfrentarte a Goliat, cuando esos grupos radicales que no tienen nada que ver con el movimiento del magisterio, hoy tienen retado al Ejército y al mismo gobierno.
Ellos quieren que escribas de acuerdo a sus intereses. Ellos quieren plumas que les ponderen sus actividades. No quieren plumas como la tuya porque echaste a perder sus proyectos de beneficio de grupo.
Lo justo es que digas que es una protesta popular, que es una fiesta del pueblo y que el gobierno quiere sosegarla con las balas. Pero lo que dijiste es tendencioso.
Sería justo que hicieras un periodismo a modo, para que el lector y la ciudadanía sigan creyendo que en realidad los de la 22 son los salvadores del pueblo. Ellos saben que si todos los periodistas callan, nadie se preocupará en buscar la punta de la madeja de los hechos. De esa manera nadie cuestionaría ni mencionaría a los personajes ni desataría el debate.
El periodismo que el Cártel de la 22 busca, es que todo lo que se diga lleve un antifaz de anémica verdad para no agitar las conciencias de la pluralidad democrática. Ay de aquel que se atreva a discrepar del mesías del pensamiento único, porque entonces se hará acreedor de los calificativos y la persecución más fiera. Ese es el escudo de las mafias y del que se dice poseedor de la “honestidad valiente”.
Periodistas a modo los hay dentro de la “colectividad periodística”. Ellos son los que encumbraron a ese político que se dice poseedor de la verdad y que no acepta cuestionamientos más que sus propias respuestas.
Los de la mafia, son los únicos que pueden decidir lo que es el buen periodismo. Ellos son los que pueden decidir quien sigue y quien ya no en esta noble actividad. Aquí está el punto de quiebre. Por eso el periodismo en México está calificado como la actividad más peligrosa del mundo. Y mira tú… Todo por cuestionar la barbarie que cometen éstos contra el pueblo de Oaxaca.
Me da tristeza, Martínez de Aguilar, que busques cobijo con las autoridades, cuando la Comisión nacional de los derechos humanos está al servicio de los que te amenazan.
De todas maneras, ya lo dijo el gobernador Gabino Cué hace varios años, que “Oaxaca es un estado vivo por eso hay manifestaciones”. Con estas palabras nos sentenció a todos.
Te mando un abrazo solidario, Martínez de Aguilar.
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