Suprema Corte atenta contra la sociedad: Sandoval Íñiguez

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Al aprobar que las parejas homosexuales adopten niños, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) efectuó un segundo atentado contra la sociedad. El primero lo realizó tras su dictamen en el caso de la Guardería ABC de Sonora, afirmó el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez.

“Si lo que defiende la Corte es un derecho de los adultos, entonces, con el tiempo, los adultos podrán alegar tener derecho de establecer cualquier relación con quien sea, persona o animal”, declaró el cardenal. Sin embargo, el religioso se curó en salud agregando que: “conste, que para nada estamos equiparando las relaciones homosexuales con las relaciones -si así queremos llamarles- entre animales, porque no falta quien lo quiera interpretar de ese modo. Tampoco estamos promoviendo un levantamiento”.

En ambos casos, el máximo órgano de justicia fue responsable de daño moral, sostuvo el prelado en el editorial que publicó El Semanario, periódico de la arquidiócesis de Guadalajara.

“Como hicieron legal una situación que va en contra de la Naturaleza, se dañó a la Familia, a la Sociedad y, en particular, a los niños potencialmente adoptables. Parece que a la SCJN no le interesa la protección de los niños ni de sus familias, pues otro caso evidente, aparte del que nos ocupa, fue la errada determinación en el asunto de la Guardería ABC, en Sonora”, aseguró.

El pasado 15 de junio, la SCJN resolvió por mayoría de votos, no señalar culpables por el incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, donde murieron 49 personas.

La conducta mostrada por los ministros en ambos casos demuestra que sólo trabajan “por conveniencia”, indicó Sandoval Iñiguez.

“Los integrantes de la SCJN no podían determinar, por ejemplo, a favor de los padres de familia, en el caso de la guardería ABC, porque irían en contra de la autoridad que los nombró Magistrados. Y no podían determinar tampoco en contra de las iniciativas que ha promovido el Gobierno de la ciudad en que se ubica el edificio donde sesionan, porque irían en contra de los que los propusieron para estar en ese cargo. Cuestión de conveniencias, no de Derecho Natural ni de razón”, consideró.

 Pese a todo ello, el purpurado se comprometió a continuar con su defensa de la familia y el matrimonio tradicional con argumentos científicos y morales; sin embargo, reconoció: “No hay mayor fuerza jurídica que la de la SCJN, pero esta fuerza jurídica que ha aplicado, está cargada de un acervo antinatural, que porta la mayoría de sus integrantes”.

Así predijo: “Si lo que defiende la Corte es un derecho de los adultos, entonces, con el tiempo, los adultos podrán alegar tener derecho de establecer cualquier relación con quien sea, persona o animal. (Y conste, que para nada estamos equiparando las relaciones homosexuales con las relaciones -si así queremos llamarles- entre animales, porque no falta quien lo quiera interpretar de ese modo. Tampoco estamos promoviendo un levantamiento)”.

Finalmente, el prelado criticó: “en nombre de la indigencia infantil se aprobó la adopción, y para que nos quedáramos callados, se alega que la Iglesia ha cometido peores atrocidades (y esto, ¿qué tiene qué ver aquí?), intentando polarizar la situación, apelando al multicitado Estado Laico’ como una oportunidad de que políticos y gobernantes lo usen como instrumento de presión que les concede la ocasión de acallar las voces y las conciencias de un pueblo creyente”.

 

SDP con información de El Universal