“No toleraremos el asesinato de un agente estadounidense o ningún funcionario estadounidense”.
Con esta advertencia, el titular adjunto de la división de operaciones especiales de la agencia antidrogas DEA, Carl Pike, justificaba ayer la cacería que han lanzado distintas agencias federales en Estados Unidos para desmantelar células operativas de los cárteles mexicanos que se han saldado con la detención de más de 500 personas.
Tras el arresto en México de los presuntos asesinos del agente Jaime Zapata —en el que según confirmó ayer la Casa Blanca habrían colaborado agencias federales de EU—, una coalición de agencias federales encabezadas por la DEA, el FBI, la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Agencia para el Control de Contrabando de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF) participaron en una agresiva campaña de capturas e incautación de armas, explosivos, drogas, oro y dinero en efectivo.
“Este es un asunto personal en honor de Jaime Zapata”, dijo el agente de operaciones especiales de ICE, Louis García.
El portavoz de la DEA, Michael Sanders, informó que “la razón subyacente de las redadas fue ver si podíamos obtener cualquier tipo de inteligencia o información de los atacantes, o que ayude al FBI en su investigación del asesinato del agente Zapata.
“Se trata de una respuesta a la muerte del agente… Estamos sacudiendo el árbol para obtener información de inteligencia buena y dura”, dijo Sanders sobre la operación llevada a cabo en San Diego, San Antonio, Chicago, Detroit, Atlanta, Newark, Miami y Denver.
Ayer por la mañana los agentes en Atlanta, San Luis, Denver, Detroit, San Antonio, San Diego, Chicago y Nueva Jersey habían incautado 9 millones de dólares en efectivo y una veintena de armas; confiscado unos 12 kilos de metanfetaminas, 107 de coca, 2.5 de heroína y 150 de mariguana en unos 150 lugares distintos.
Los arrestos iniciaron el miércoles, continuaron ayer y se espera que sigan el viernes, cuando las autoridades podrían dar a conocer cifras consolidadas a nivel nacional.
El agente a cargo de la operación, Derek Maltz, informó que el operativo de ayer no sólo se limitó a distintas ciudades de EU, sino a países como México, Colombia y Brasil:
“Hemos desplegado a miles de agentes en este operativo”, dijo Maltz, y señaló que la colaboración de la DEA, FBI, ATF e ICE se ha extendido a lo largo y ancho del mapa estadounidense y en ultramar.
Fuentes de la DEA confirmaron que durante los operativos se concentraron no sólo en la desarticulación de las células de los cárteles mexicanos, sino, además, en la recolección de “información de inteligencia” para ser compartida con las autoridades de México con el fin de desmantelar organizaciones o apurar la captura de importantes cabecillas o responsables de crímenes como los que segaron la vida del agente Zapata.
En una operación por separado, agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) confirmaron la desarticulación de una red “violenta y altamente sofisticada” con base en México que había extendido sus redes en una veintena de ciudades de Estados Unidos.
“Se trata de una organización criminal que echa mano de la violencia brutal para eliminar a sus rivales, proteger su territorio y hacer cumplir una férrea disciplina entre sus propios integrantes”, manifestó el director de ICE, John Morton.
Las operaciones de los últimos días dan cuenta de una agresiva ofensiva tras el asesinato del agente especial Jaime Zapata, en México, y a una semana de la visita del presidente Felipe Calderón Hinojosa a la Unión Americana.
El Universal