En las últimas décadas, la planeación ha tomado importancia en la toma de decisiones dentro de las instituciones gubernamentales en todo el mundo. Este proceso, copiado de la administración privada, las decisiones deben ser lo más eficientes y eficaces posibles, tomando en cuenta que el tiempo, los medios de producción y el capital son escasos.
El desarrollo de este tema, es de tanta importancia que existen modelos matemáticos que nos permiten acercarnos a lo óptimo de las decisiones sociales como la llamada “teoría de juegos”, que analiza el comportamiento de los actores en las decisiones sociales partiendo de los que llaman “incentivos”.
Pero en Oaxaca, también se planea. Desde varios años atrás se realizan reuniones a inicio de cada sexenio con la finalidad de establecer una ruta clara y sólida por donde transitar y obtener resultados medibles al finalizar el sexenio.
Lo mismo ocurre en los municipios donde se realizan los llamados “planes municipales de desarrollo”, donde teóricamente se analizan a través del “método de democracia participativa”, las condiciones y características de cada una de las poblaciones y se prioridad acciones para reducir los rezagos.
Sin embargo, ha quedado demostrado que el plan suena muy bien en el documento escrito porque a la hora de medir los resultados quedamos muy distanciados de ello.
Entonces, ¿realmente sirve planear?, por supuesto que sirve planear. Ello nos da la ruta a seguir en nuestro ejercicio diario. A los servidores públicos les brinda solidez en su toma de decisiones.
Empero, el problema que tenemos es en primer lugar el ver a la planeación como un mero requisito legal para acceder a recursos, es decir, al estar contemplado en la ley, el contar con un “plan de desarrollo”, nos vemos en la necesidad de tener uno sin analizar la realidad y oportunidad de esta herramienta tan buena como es la planeación.
Otro problema grave que se tiene es que, a pesar de tener un buen Plan, no seguimos el camino planteado y con ello el trabajo de planear queda obsoleto.
Planear indudablemente sirve, sin embargo, el dejar que la política esté por encima de las políticas es lo que hace que no hayamos encontrado la utilidad real de ello.
En suma, es común que vemos que las decisiones que los gobiernos toman forzosamente priorizan a la política encima de lo que la razón nos indica. Debemos darle su lugar a cada cosa. En primer lugar, la política es un método de obtener el poder político y las políticas basadas en una planeación adecuada son una herramienta para encontrar solución a las necesidades de nuestros pueblos.
- Líder de productores y diputado local por el Partido Acción Nacional