En esta segunda entrega, la dirigente magisterial asegura que 90% de lo que se dice de ella son infamias y aclara que no es amiga de Salinas.
La maestra. Segundo y último acto. De amores propios:
Volvamos maestra, ¿honestamente, de qué está hecha?
De corazón, de lágrimas y de una gran firmeza.
Arbitraria, violenta, astuta… bueno, hasta madre de Chucky le han dicho
Porque no me conocen. Ése es mi error: no me he dado a conocer.
¿Todas son infamias?
Diría que más de 90 por ciento, sí: intereses políticos.
¿Y no es una infamia su dinero habido?
No, es un esfuerzo ganado. Trabajé de mesera, sacaba buenas propinas de 300 a 400 mil por noche en aquel tiempo. No bebo, no gasto en cosas superfluas, inútiles.
Sólo en cuotas sindicales la suma es incontable
Eso dicen, pero es muy contable. Hacienda es la que sabe cuánto.
¿Cuándo lo hará transparente?
Cuando toda la dirigencia nacional esté de acuerdo. No es una decisión personal.
¿A qué le teme?
No es temor. Primero, son patrimonios particulares, no es un patrimonio de Elba Esther.
¿Por qué no deben de ser auditados los sindicatos?
Yo no he dicho que no sean auditados los sindicatos. Quien se debe enterar son los que cotizan, los trabajadores.
Cuando exige una cultura democrática, ¿piensa en lo que acaba de decir?
¡Claro!
En fin, ¿usted misma ha dicho que no es Dios?
No, soy un ser humano como usted, de carne y hueso.
¿Pero se cree tanto como se vende?
No. Nunca me he vendido. Me quisieran comprar, pero no soy vendible.
¿Quiénes?
Muchos.
Con tantas traiciones habidas, maestra, ¿al acercarse al PRI no le podrían tender una trampa?
Tengo amigos en el PRI que respeto, quiero. Milité en el PRI, no lo puedo ocultar…
¿Valdrá apoyar al PRI incluso a madrazos?
No, a madrazos no.
¿Ya se enteró que Roberto Madrazo quiere ser senador?
Me da pena.
Usted… ¿ya le cree?
Nunca, nunca le podría creer.
¿Estará inquieto o frotándose las manos?
Pues está como es: genio y figura hasta la sepultura.
Ya en serio, ¿nos merecemos el regreso del PRI?
Yo no sé si el PRI regrese o no. Lo que nos merecemos es un gran acuerdo nacional para que haya eficiencia en el gobierno y podamos resolver el asunto de la inequidad.
¿Con el nuevo PRI de los Moreira?
Yo diría que con las fuerzas políticas y los personajes que signifiquen realmente un compromiso para el futuro del país.
Qué buenos profesores tiene este país, ¿verdad?
Debieran ser mejores.
Me refería a Moreira
Hay de todo en la casa, le podría dar otro nombre en Michoacán.
¿Quién?
Alguien que está metido en el narcotráfico.
¿Cínicos hasta para arrebatar el botín, no?
Algunos sí.
Por cierto, ¿usted y Moreira coindicen en el nepotismo, no?
¡No!
¿Y en el uso clientelar?
Si a lo que quiere referirse es al asunto de mi hija (Mónica Arriola), le voy a platicar que espero que mi hija, si le gusta la política, el ejemplo de su madre le haga ser mejor que su madre.
¿Y sigue siendo priista?
¡Yo, no!
¿Qué?, ¿ya se le quito lo priista que llevaba dentro?
No se me ha quitado el sentido de justicia social ni el sentido nacionalista.
Oiga, ¿y al Peje se le habrá quitado?
No sé, es un problema de personalidades.
¿Algunos dicen que parece que trabaja para el PRI?
A veces pareciera, a veces pareciera que trabaja contra sí mismo, a veces que para los pobres. En fin, no lo logro entender.
Usted no estará negociando con él… ¿o sí?
No. No me convence. Alguna vez lo busqué, no quiso hablar conmigo, con mi organización tampoco y él, pues tiene sus huestes.
A ver si después no nos enteramos que también la visitó en San Diego
No creo que a él le interese… y a mí tampoco.
A propósito, Bejarano, otro maestro competente, ¿no?
De la Coordinadora.
¿Dicen que es muy bueno en el uso y abuso del mercado electoral?
Que responda él por sus hechos. Todos los arroces tienen sus negritos, sus blanquitos. En mi gremio hay pluralidad y mi respeto por todos ellos es real.
En fin, si regresa el PRI, ¿a quién le echaremos la culpa?
A nadie, será responsabilidad de todos los ciudadanos.
Volvamos, maestra, ¿cómo suele sobrellevar la soledad?
Leyendo, escuchando música. Soy una mujer solitaria. No soy una mujer de grandes bullicios, me gusta ser así.
¿La triste soledad de reino?
No. La triste realidad de una manera de ser.
¿Le quedan muchos amigos?
Poquitos, pero nunca he tenido muchos.
¿Cómo los Fox?
Los aprecio bien.
Pero últimamente están muy encariñados con Peña Nieto, ¿no?
Ese es problema de ellos y no me lo han enterado.
Regresando, ¿para ser su amigo uno debe serle incondicional?
No, no. Tengo muy pocos amigos, pero los que tengo nos
queremos…
¿Y usted recibe de sus amigos críticas?
Sí, por eso los quiero.
¿Los escucha y atiende?
Con mucha atención.
¿Qué le ha aconsejado, por ejemplo, su amigo Carlos Salinas?
No es mi amigo. Nunca lo ha sido. Reconozco que siendo Presidente le respondí con el mejor de mis esfuerzos a un problema político de gran envergadura.
Por cierto, ¿de quién aprendió el arte de la manipulación?
Si lo tengo ha de ser genético, porque no me gusta manipular.
¿Y a disimular sus intenciones?
Tampoco, sino a callar. Eso sí puedo decir: que callo, callo más.
Hablando de buenas intenciones, ¿por qué no la hemos escuchado estar inquieta por encontrar a El Chapo?
Porque no soy la procuraduría, no soy la Secretaría de Seguridad y porque, además, no me interesaría encontrar a El Chapo.
Con el ejército de maestros a su disposición a la mejor se le podría encontrar más rápido, ¿no?
Somos un ejército civil, somos un ejército para educar.
¿Nos dirá que no hay maestros en el narco?
Hace un momento le decía de un caso de Michoacán…
¿El que cobraba en la SEP?
Yo no soy la SEP, insisto. Pongamos las cosas en su lugar.
Hasta en las escuelas se ha incrementado el consumo de drogas
Es dolorosísimo. Pero no sólo eso, en las ventas de afuera los maestros son sujetos a veces de amenazas y chantajes…
¿También de eso tiene la culpa Calderón?
No, eso tiene que ver con la mística y el compromiso de los maestros.
Oiga, ¿es verdad que a su nieta la secuestraron?
A mi nieto, sí. Terrible, el dolor más cruel y terrible que se pueda vivir.
¿Lo denunció?
Sí…
Maestra, ¿recuerda con regularidad sus sueños?
Algunos, sí.
¿Supersticiosa?
No… Tengo fe, sí.
Ni brujos ni…
No. Mi destino lo hago yo. Esos son mitos, inventos, es la mala fe. Acepto: ahí hay un error. No demandé, no hice escándalo porque creí que no valía la pena.
¿Y ha soñado con su abuelo?
Muy poco. No me agradó mucho su manera de ser.
¿Ni con los centenarios?
Fueron herencias que le dieron a mi madre, por lo mucho que mi madre sufrió.
¿Pesadillas recurrentes?
No, pero tratamiento a través de sueño, sí.
¿Y en ningún sueño se le ha aparecido Misael Núñez?
Al contrario, lo sueño con cariño y respeto. Siempre he pensado que se esclarezca (su homicidio). Odio las razones de Estado cuando no se aplica la ley. Asistí a la procuraduría sola, en un baño público me revisaron, me hicieron todo, estaba la familia de Misael. Declaré, estoy limpia del alma, de la conciencia. Me dolió esa muerte mucho más de lo que muchos creen.
Con esas ofensas, hasta debe haber ganas de matar, ¿no?
No. Y no creo que matando se resuelvan las cosas. Creo en la vida.
Maestra, ¿qué desconfía de sí misma?
A veces, sinceramente, de no pensar en mí, de aguantar de más.
¿Y a qué debe su habilidad para encontrar siempre dos o tres rendijas por donde salir bien librada?
A la cabeza. Hago política: no soy tonta.
Pásennos el secreto, ¿qué hace?
Trabajar, estudiar, pensar en estrategia lo que tengo que hacer. Cómo poner a mi gremio a salvo de riesgos.
¿Mi gremio?
Sí, mi gremio… que al tener al gremio bien se sirve a la República.
¿Eso es democrático?
Yo pienso que sí. No la democracia que quisiéramos, insisto, el problema de la democracia no es fin, es medio.
¿Y un problema de posesión?
Es un problema de convicción, de fuerza.
¿De dinero?
Obviamente necesitamos inversión para educación.
Una lección suya… ¿sería que la política destruye?
Una lección mía sería que quien persevera, alcanza; que quien es congruente tarde que temprano se va a reconocer.
¿Y por eso se refugia en San Diego?
Es un tema que casi no trato. Yo me casé muy joven, de 17 para 18 años, con mi maestro y ese amor marcó mi vida. Le doné un riñón y tuve trasfusión de sangre —en ese tiempo la sangre no se revisaba— y adquirí hepatitis. Me fui porque me trataron de hepatitis E.
Se pensó en cáncer…
Yo pensé en la muerte, tuve mucho miedo, sufrí, pero ya salí.
Y cuando pensó en la muerte, ¿qué pensó?
No es la primera vez, también tuve un accidente aéreo. El avión falló y en ese momento lo que pensé fue adquirir una cobija, envolverme y pensar cómo estaban mis hijas. Y pensé: ‘están bien, ya están grandes’, y me preparé para morir. Después no supe qué hacer con mi vida un tiempo. Desde entonces pienso que la muerte es algo que será… y ya no le temo.
Milenio