“Soy un actor político con peso específico en mí estado”: Díaz Escárraga

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28-heliodoro• Veo en mi partido una actitud desidiosa, abúlica, que le “vale madre” lo que pasa a su alrededor, a sus militantes y sus municipios, no veo a mi partido ni criticando ni proponiendo nada.

 • Si no se atiende el grado de descomposición del tejido social, podríamos tener un Michoacán en Oaxaca, advierte.

• Buscaré la dirigencia estatal del PRI para devolver el poder a su militancia y recuperar Oaxaca.

Heliodoro Díaz Escárraga, se califica como una persona con vocación social preocupado por Oaxaca, un caminante que ha transitado como servidor público por responsabilidades de buen nivel, y no como una pretensión de buscar el poder, el prestigio y el dinero, pero si, para aspirar a dirigir a la ruta de su partido el Revolucionario Institucional .

 Entrevistado en la oficina de donde despacha desde hace doce meses bajo su propio presupuesto, Díaz Escárraga, el político que aspira dirigir el destino del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y recuperar el estado perdido en las urnas en el 2010, manifiesta que su fórmula es “superar las decisiones cupulares, regresar el poder de decisión a la militancia y sumar a su proyecto el desencanto social de un cambio que nunca llego y que le urge a Oaxaca”.

El PRI debe volver a ser un instrumento de la sociedad.

 Al referir sus aspiraciones al interior del PRI, aseguró que es necesario “no más dirigencias de dedazo o decisiones cupulares, no más el reparto de un pastel sin trabajo de restructuración, tenemos como 145 comités seccionales aquí en Oaxaca y de estos más de cien que tienen 30 años que no se ha actualizado su padrón, lo que se refleja en una estructura costosísima para su movilización en procesos electorales.

 Urge que el Comité Ejecutivo Nacional asuma la responsabilidad histórica que le toca jugar en Oaxaca, y se atreva a dar el paso de renovar la dirigencia con base al sentir de la militancia, que haga jugar al partido el rol que le toca como oposición y el compromiso que debe tener con las políticas de Enrique Peña Nieto, para mover el país y mover a Oaxaca.

Un Oaxaca, que en su perspectiva no ha tenido la oportunidad de sumar sus liderazgos sociales, culturales, políticos y económicos hacia un solo proyecto, el desarrollo del estado, de sus sectores y cerrar brechas de pobreza y miseria.

 – La causa

 La falta de sinergia entre gobierno y sectores sociales, nos quejamos echamos café y platicamos o tenemos chispazos desde hace muchos años, pero desgraciadamente el político y los gobernantes, quieren hacer lana, quieren puesto y representación popular, privilegian sus intereses de grupo o individuales, cuando Oaxaca debería estar por encima de cualquier cosa.

 Pero para inducir o liderar a una mayoría en un proyecto se debe predicar con el ejemplo, si no hay esta claridad la sociedad no confía, no se compromete.

Que cuál es la propuesta de los liderazgos políticos y sociales para Oaxaca – me pregunto-, y no vemos nada, hay desencanto, desunión, corrupción, eso genera una crisis en el tejido social en el que nadie hace nada y todos culpamos a todos.

 Advierte que descuidar los grados de crisis del tejido social lleva a una realidad como la que se vive hoy en Michoacán, la cual no se construyó de la noche a la mañana, los grupos de autodefensa son el resultado de un proceso de abandono institucional.

 “Ellos primero se fueron de sus tierras, luego fueron avasallados, extorsionados, asesinados, ante un estado que lo sabía todo pero al parecer no hizo nada”.

 El presidente Enrique Peña Nieto está haciendo una propuesta de pasar de un país mediocre a uno más competitivo, más inversión, más empleo, una política social para acotar la pobreza, por ello Oaxaca está a la espera de una coyuntura que potencialice riqueza y liderazgos, hay potencial, pero no hay quien sepa conducirlo.

 Hoy la federación nos trata entre la locura de la Sección XXII y los bloqueos que enervan a la sociedad, como un estado donde se han privilegiado de manera sistemática los cotos de poder y los intereses gremiales o personales.

 Al perder la gubernatura el PRI no entendió que fue objeto de un gran rechazo ciudadano.

Cuando perdimos la elección estatal la respuesta que hubo por los liderazgos políticos de ese entonces (Ulises Ruíz Ortiz), fue optar por un mecanismo que no entendió que habíamos sido objeto de un gran rechazo ciudadano.

 Comparte, que en una reunión posterior a la contienda electoral del 2010, “Ulises aceptó ser el responsable político de haber perdido el estado, pero al final las decisiones fueron sectarias, se optó por ver cómo salvar el pellejo, no con una visión de partido “.

 – La propuesta de Heliodoro, para dirigir el PRI

 Primero: Devolver el PRI a la militancia, no se hará de la noche a la mañana, pero el concepto es claro, seguimos decidiendo en cúpulas y beneficiarios del poder o le devolvemos ese instrumento de decisión a la militancia para que ellos vuelvan a creer en su partido.

 Segundo: Hacer de ese instrumento, un partido que sirva a la sociedad oaxaqueña. Que qué tenemos que hacer, cómo tenemos que trabajar, son interrogantes de diez mil respuestas, pero tenemos que tenerlo claro como partido

 Tercero: Una dirigencia que se comprometa con los sectores más desprotegidos. Deberíamos estar haciendo una gran cruzada contra el hambre, la gente lo verá y valorara, nuestra membrecía crece y la confianza también. Hay presidente municipales del PRI en la regiones, quienes nunca se han sentado con el presidente del PRI, eso nos habla de un PRI en la estratosfera y alejado de su militancia, de sus líderes regionales, municipales.

 Urge que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), asuma la responsabilidad histórica que le toca jugar en Oaxaca, se atreva a dar el paso de renovar la dirigencia con base al sentir de la militancia, que haga jugar al partido el rol que le toca como oposición y el compromiso que debe tener con las políticas de EPN para mover el país y mover a Oaxaca.

 – Frente a una percepción ciudadana de corrupción e inseguridad, así como desconfianza hacia sus gobiernos e instituciones, ¿cuál es el papel que los partidos políticos deben jugar?

 A veces querer minimizar, soslayar y ocultar una realidad, endulzando el oído al jefe y no decirle la verdad, se transforma en algo grave, lo vemos en Michoacán, y si el grado de descomposición del tejido social es grave, se puede tener un Michoacán en Oaxaca. Somos un estado con una conflictiva social muy “Sui generis”, cada región, cada municipio es un reto de operación política, hay muchos que opinan: si quieres aprender a hacer política vete a Oaxaca.

 Ex Legislador federal y local, ex presidente del Congreso local y de la Unión, es parte del balaje político de Heliodoro Díaz, “el Yoyo, como se le conoce coloquialmente”, quien considera que sería demagógico y estúpido pensar que un partido pude resolver temas como crimen organizado, descomposición social, corrupción.

 No podemos asumir la responsabilidad que corresponde a un gobierno llámese federal, estatal o municipal, pero el PRI debe jugar el papel de una oposición responsable, seria, propositiva y valiente, algo que no está sucediendo en mí partido, por que como oposición estamos en una posición conveniente, desidiosa, abúlica, que le “vale madre” lo que pasa a su alrededor, a sus militantes y municipios, no veo a mi partido ni criticando ni proponiendo nada”.

A los legisladores les da el beneficio de la duda, porque aún es muy corto el tiempo que tienen de haber entrado en funciones, pero espera que su actuar sea el de una fracción incisiva y propositiva, de los diputados priistas anteriores comenta: “se dice fueron proclives a la negociación económica, pero a mí no me consta, pero fue una idea generalizada de ser muy complacientes con cualquier iniciativa presentada por el ejecutivo”.

– Seguridad y gobernabilidad van de la mano, a partir de su experiencia en el CISEN y como ex Secretario de Protección Ciudadana, ¿qué opina de la política de seguridad implementada por el secretario Alberto Esteva Salinas?

Yo creo que es un oaxaqueño que quiere a su estado y presumo que el devenir de sus aspiraciones políticas, muchas de ellas frustradas, lo llevan a querer hacer las cosas bien, pero no conozco su experiencia en términos de seguridad pública, de manejo de mando, de diagnóstico de incidencia delictiva, de agenda de riesgo, de operatividad, pero creo que trae ganas.

 Considero que ante las condiciones del estado, donde es un desgarriate la seguridad pública y la realidad es gravísima en regiones como en la Cuenca, el Istmo, donde la gente conoce y vive con la presencia del crimen organizado, secuestros, extorsiones, grupos vinculados que están a la vista y parece que no se hace nada, así que en términos objetivos sus metas de Alberto Esteva serán muy cortas.

Otra de las cosas por las que es difícil opinar, es que no conozco una reunión del consejo estatal de seguridad pública o una evaluación de las instancias federales y estatales, diagnósticos, mapas con objetivos y avances. Hay oscurantismo y adivinaciones, además no vemos la participación real ciudadana, ni el cumplimiento del estado en darles las condiciones mínimas de seguridad y certeza jurídica a la ciudadanía.

 Mi compromiso es con los que menos tiene, no con los que más tienen.

Coordinador en Oaxaca de la campaña de Enrique Peña Nieto por la presidencia de la República, militante del PRI desde hace varias décadas, ex secretario general de gobierno, este político oaxaqueño descalificado como candidato por algunos grupos cupulares y apoyado por otros sectores de la militancia.

El político oaxaqueño, afirma “mi compromiso es con los que menos tienes y no con los que más tienen, como sucede ahora”, vaticina que la renovación de la dirigencia del PRI será el “punto de partida”, para la reconstrucción del PRI y recuperar el estado en el 2016, o bien será el inicio de otra derrota, una derrota que como el novelista colombiano Gabriel García Márquez título su obra podría ser la “Crónica de una muerte anunciada”.

Escárraga, se califica como una persona con vocación social preocupado por Oaxaca, un caminante que ha transitado como servidor público por responsabilidades de buen nivel, y no como una pretensión de buscar el poder, el prestigio y el dinero, pero si, para aspirar a dirigir a la ruta de su partido el Revolucionario Institucional .

Sin ranchos, edificios, radiodifusoras y sin casa en Oaxaca, Díaz Escárraga, el funcionario que vivió la creación del Centro de Inteligencia de Seguridad Nacional (CISEN), organismo creado el 13 de febrero de 1989, en sustitución de la Dirección de Investigación y Seguridad Nacional que operó de 1986 a 1989, y cuyo origen fue la Dirección Federal de Seguridad que opero durante cuarenta años, se considera “un actor político con peso específico en mi Estado”.

Por: Claudia Fernanda Martínez / @CLAUDIFER65