El presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, Eviel Pérez Magaña encabezó en esta comunidad el festejo del Día de las Madres, donde reconoció en las mujeres oaxaqueñas “una fuerza transformadora que no se rinde ante nada, ni mucho menos ante la adversidad”.
Acompañado del Presidente Municipal Miguel Mejía Sierra, el Diputado federal reiteró el apoyo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con las madres trabajadoras, amas de casa, jefas de familia de Oaxaca, a través de distintos programas, acciones y sobre todo de una legislación a favor de este sector de la población oaxaqueña para que cuenten con mejores condiciones de vida.
“Por eso el PRI apoya a las mujeres de Oaxaca, porque creemos en ellas, apoyamos a las mamás de todas las regiones del estado y las seguiremos apoyando y ese es también nuestro regalo el Día de las Madres”, expresó.
El dirigente partidista destacó que las mujeres oaxaqueñas son el sostén moral y el eje fundamental de transmisión de valores y actitudes esenciales para que los hijos se desarrollen plenamente.
Ante decenas de madres de familia, el líder del PRI reconoció la importancia del trabajo y participación política de la mujer para lograr la independencia económica de este sector, así como la equidad de género.
El representante popular federal dijo estar seguro que las mamás de esta generación van a seguir haciendo lo que les corresponde para que Oaxaca esté a la altura de nuestros anhelos y de nuestra dignidad.
“Que sea el nuestro un estado de Oaxaca con igualdad de oportunidades para todos los que en el habitamos, una entidad con equidad de género, un Oaxaca con la fuerza, con la capacidad, con los valores para superar cualquier obstáculo, para vencer cualquier desafío, para sobreponerse a cualquier adversidad”, subrayó.
Pérez Magaña se comprometió a impulsar la incorporación de las mujeres al desarrollo económico, productivo y social de Oaxaca.
Afirmó que abrir las puertas a las mujeres, a las diversas áreas de la sociedad, como la economía o la política, es abrir espacios a un estado de Oaxaca más justo y más humano.
Externó su admiración personal por el doble esfuerzo de las mujeres trabajadoras, pues pese a estar más expuestas a las críticas, salen a trabajar con fortaleza y dejan a los demás “con la boca cerrada o abierta”.
Destacó además las enseñanzas de su madre, Doña Elvia Magaña de Pérez, quien le inculcó el amor por el estado y la solidaridad con los oaxaqueños, en especial de aquellas comunidades marginadas y donde menos tienen.