A pesar del actual entorno económico incierto, debido a las ensombrecidas perspectivas económicas de Estados Unidos y en especial de Europa, la economía mexicana tiene un blindaje sólido, afirmó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En el Informe Semanal de su Vocería, la dependencia explicó que puede garantizarse la solvencia de las finanzas públicas a mediano plazo, gracias a las diferentes medidas que se han tomado durante los últimos años, las cuales todavía se aplican en otros países.
Pese a la reducción de las expectativas de crecimiento de la economía estadunidense y los problemas económicos en Europa, resaltó que diversos analistas del sector privado mantienen sus perspectivas de crecimiento económico para México por arriba de cuatro por ciento para este año.
En el documento, la Secretaría de Hacienda recordó que el gobierno federal espera que el crecimiento de México sea de 4.3 por ciento este 2011.
Ello, ante la dinámica de actividad estadunidense, la cual se espera crezca alrededor de cinco por ciento este año; a la recuperación de la participación de mercado en las importaciones de ese país, y el incremento de las exportaciones mexicanas hacia otros destinos.
Al enumerar las medidas tomadas por México, apuntó que se avanzó en la consolidación fiscal, pues la reforma en la materia de 2007 y los ajustes fiscales de 2009 se han traducido en un incremento importante de los ingresos tributarios no petroleros, al ubicarse en 10.1 por ciento del PIB en 2010.
En una nota gráfica titulada “Las medidas tomadas en los últimos años nos permiten estar preparados ante la adversidad externa”, señaló que los mayores ingresos tributarios no petroleros han permitido sostener de manera importante los mayores gastos, sin tener que incurrir en endeudamiento adicional.
Además los cambios fiscales han posibilitado aumentar la base de contribuyentes, que durante la presente administración ha crecido 45 por ciento, lo que equivale a 10.2 millones de contribuyentes más.
Otra media tomada es la contratación de coberturas petroleras que México ha usado en los últimos años para poner piso a los ingresos del crudo, que financian más de un tercio del presupuesto federal, y amortiguar el impacto por una posible disminución en el precio del petróleo y su consecuente afectación en las finanzas públicas.
La SHCP señaló que en 2009 el gobierno mexicano obtuvo más de cinco mil millones de dólares por la cobertura petrolera contratada para ese año, ante el desplome de los precios del hidrocarburo.
Por otra parte, mencionó que también se ha acumulado un importante monto de reservas, que actualmente se ubican en un nivel récord de cerca de 130 mil millones de dólares, alrededor de 40 por ciento más que el nivel reportado en febrero de 2010.
Asimismo, para complementar las reservas internacionales, México contrató a principios de 2009 una Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que luego se amplió en plazo y monto.
Con ello, apuntó la dependencia, ahora se tienen disponibles más de 200 mil millones de dólares para atender un entorno adverso que pudiera complicarse, recursos que representan aproximadamente 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Además se ampliaron los plazos de vencimiento de la deuda interna, que actualmente son en promedio de 7.4 años, mientras que en 2006 eran de cuatro años y en 2000 de 1.5 años, lo que reduce el riesgo de refinanciamiento y la vulnerabilidad de las finanzas ante movimientos adversos en las tasas de interés.
También se mejoró la composición de la deuda pública, disminuyendo el peso de la deuda externa y mejorando sus condiciones de financiamiento, y ahora se encuentra en un nivel que se compara favorablemente al de otras naciones con un grado de desarrollo económico superior.
La dependencia federal comentó que la fortaleza económica ha permitido el repunte del crédito bancario, lo cual también sustenta la perspectiva de crecimiento de México para 2011 de 4.3 por ciento.
Milenio