* El mayor propósito y objetivo a perseguir debe ser, hoy más que nunca, cuidar la salud integral, lo que obliga a cambiar nuestros hábitos y rutinas cotidianas hacia una vida más sana y saludable.
* Políticamente, cada día es más indispensable cobrar conciencia sobre la imperiosa necesidad de organizarse ciudadanamente para frenar y evitar el caos que vive México y Oaxaca actualmente.
El último día del año que fenece, es oportunidad invaluable para hacer un alto en el camino andado y volver la vista atrás para hacer un recuento con humildad de los éxitos y las metas alcanzadas.
No se trata de autoflagelarse en forma masoquista ni mucho menos de frustrarse, amargarse, resentirse u odiar a los demás por nuestras caídas y fracasos. Todos tenemos triunfos y derrotas.
Después de vivir dos años bajo el riesgo latente de contagiarnos de la COVID por la amenaza de la pandemia el simple hecho de mantenernos vivos y sanos es ya el mayor triunfo y éxito logrado.
El mayor propósito y objetivo a perseguir debe ser, hoy más que nunca, cuidar la salud integral, lo que obliga a cambiar nuestros hábitos y rutinas cotidianas hacia una vida más sana y saludable.
Mucho ayudará a conseguirlo, mantener en todo momento el optimismo y no perder nunca la capacidad de asombro, para seguir disfrutando la vida con sus alegrías y tristezas, con altas y bajas.
Con el infierno tan temido de la llegada a Oaxaca de la Cuarta Ola de la COVID-19 con la nueva variante Ómicron y el agravamiento de la polarización política, sobrevivir es el mayor reto en 2022.
La única forma para ganar esta lucha es actuar con responsabilidad epidemiológica aplicando las medidas preventivas, porque la vacunación no es garantía plena para no contagiarse del virus.
A dos años de la pandemia todas las personas deben mantener el uso de cubrebocas, lavarse las manos, guardar sana distancia, ventilar los espacios interiores, evitar sitios concurridos y vacunarse.
Y políticamente, cada día es más indispensable cobrar conciencia sobre la imperiosa necesidad de organizarse ciudadanamente para frenar y evitar el caos que vive actualmente México y Oaxaca.
Nunca antes en el Municipio de Oaxaca de Juárez se habían alcanzado cotas tan altas en ineptitud, valemadrismo y escandalosa corrupción en los integrantes del Cabildo y del Ayuntamiento todo.
La renovación del Ayuntamiento Municipal y de la Gobernación de Oaxaca es una gran oportunidad para exigir de manera organizada que las nuevas autoridades respeten y hagan respetar la ley.
Así de simple y sencillo. Los oaxaqueños demandamos congruencia entre la anhelada oportunidad de servir y el cumplimiento de la obligación de hacerlo todos los días, a mañana tarde y noche.
El mayor desafío para el Presidente Municipal, Francisco Martínez Neri, es rodearse, no de los mejores colaboradores, sino de los menos peores. Gran parte del éxito o fracaso descansa en ellos.
Uno de los mayores problemas que enfrentan las autoridades de los tres órdenes de gobierno son sus colaboradores y amigos más cercanos, las más de las veces desleales por ineptos y corruptos.
Humanamente entendible, jamás justificable, es de lamentar que a todos los gobernantes les ciega y pierde el afecto por sus amigos y colaboradores más cercanos a tal grado que les permiten todo.
En el caso del nuevo alcalde capitalino las cosas se complican porque pesa sobre su administración la herencia maldita de verse obligado a trabajar con cinco integrantes del actual Ayuntamiento.
En el caso de la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal todavía está por formalizarse el triunfo cantado del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Salomón Jara Cruz.
Importantes son, por otro lado, las palabras de Monseñor Pedro Vázquez Villalobos, Arzobispo de Antequera-Oaxaca al recomendar valorar la oportunidad de sanar heridas en el año nuevo 2022.
En su mensaje con motivo de Año Nuevo, afirma que hace mucho bien experimentar la humildad y el arrepentimiento ante los errores cometidos. Si hay que pedir disculpas hay que hacerlo, subraya.
Sostiene que la humildad abre puertas para reconocer que hay cosas que pudieron ser mejor. También es momento de agradecer a todas las personas que supieron estar cuando las necesitamos.
Ante la bendición de estar vivos, mientras otros hermanos se nos han adelantado, el jerarca de la Iglesia católica recomienda centrarnos en lo bueno, veamos las oportunidades que Dios nos ofrece.
Exhorta a ser misericordiosos. A veces nuestras alegrías familiares dejan fuera a otras personas, tratemos de interesarnos por los olvidados de la familia, tengamos un corazón misericordioso.
Monseñor Pedro Vázquez Villalobos recomienda que el próximo año 2022 que está por iniciar en unas horas procuremos incluir en nuestras vidas a las personas que viven tristes y en soledad.
alfredo_daguilar@hotmail.com
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