14:02 Con piedras, palos y tubos, integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) rompieron vidrios y provocaron daños a un decena de vehículos propiedad de contratistas que estaban laborando en la subestación Cuauhtémoc, ubicada en la calle de Serapio Rendón, colonia San Rafael.
Los hechos ocurrieron poco después de las 12:30 cuando cerca de 100 personas que se habían concentrado en la sede del SME en Insurgentes centro, se movilizaron por la calle de Antonio Caso para entrar por Serapio Rendón, donde se encuentra la subestación.
Ahí comenzaron a patear el portón del lugar y arrojar piedras a éste y al interior del local, donde se encontraban laborando personal subcontratado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Con gritos de inconformidad por lo que consideran otras personas están realizando sin experiencia, ni conocimiento la labor que les corresponde, luego de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, en octubre pasado, las personas comenzaron a golpear los vehículos que se encontraban ahí estacionados.
La mayoría de las unidades no tenían placas del Distrito Federal, sino de estados como Chihuahua, Sinaloa, Jalisco y Sonora.
A éstos les poncharon las llantas, rompieron cristales y dañaron la carrocería, sin que llegarán en ese momento autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para impedirlo.
Fue unos minutos después de iniciado el zafarrancho cuando llegó una patrulla de la Policía de la capital del país y entonces comenzaron a cesar las agresiones, la cuales también fueron verbalmente en contra del personal subcontratado por la CFE, algunos de éstos corrieron a la llegada de los “esmeitas” por el temor a ser golpeados.
Dos de ellos, que prefirieron no dar su nombre, señalaron que no es justo que se le agreda de esa manera, pues ellos sólo son trabajadores que cumplen con su responsabilidad. “No creo que con dañar los vehículos se vaya a solucionar su conflicto”, dijo uno de ellos.
Los inconformes se movilizaron a su sede sindical luego del percance, después, salieron de la subestación los contratistas, quienes observan los daños.
EL UNIVERSAL
