Sinapsia: Los Partidos Políticos en México están en decadencia: Roberto Molina

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06-partidosCuando una institución no cumple con sus objetivos ni con las expectativas de quienes creen en ellas, comienzan una etapa de deterioro, de debilidad y hasta de desintegración.

Los partidos políticos en México, tuvieron la oportunidad, independientemente de las ideologías que representan, de llevar a los mexicanos por el camino seguro de la democracia, y en algunas entidades hasta de la transición y la alternancia política.

Sin embargo, todos y cada uno de esos partidos políticos, se encargaron de sembrar el desencanto entre la sociedad.

Las jóvenes generaciones no se sienten representadas, y la generación de los viejos, se enfadó de esperar y se desencantó por la actitud pueril del partido al que le dieron su voto y su confianza.

Pero hay algo peor, como lo dice Giovanni Sartori “nuestra democracia aún no puede actuar sin ellos”.

Los partidos políticos traicionaron sus principios. La Izquierda se pulveriza cada día más para vivir de las prebendas del Estado por la vía de las instituciones electorales, y no sólo eso, sino además, cohabita con el partido en el poder quien se encarga de domesticarlos.

La derecha que obtuvo el poder, hoy se lame las heridas y no asume sus errores. Regresa con el discurso demagógico apostándole al Alzhéimer político.

El partido de Estado compra dirigentes, los hace parte de su membrecía, los utiliza y hasta los premia.

Nuestro país pasa de los laboratorios electorales a los caldos de cultivo.

La construcción de alianzas con el garlito de sacar al PRI del poder fracasó. No se logró la alternancia porque no terminaron con los vicios del pasado. Por el contrario, se hicieron cómplices, se aliaron con los grupos de poder económico y desarrollaron un apetito por la autoridad y el dinero insaciablemente. Así, dieron cabida muy pronto al viejo PRI, y al no tan viejo PAN, sólo que está vez mimetizados.

La transición democrática en Oaxaca se convirtió en una empresa electoral multipartidaria en donde la corrupción, nepotismo, y un gobierno de cuates y de cuotas, es el distintivo de su marca registrada.

Ahora todos los partidos políticos muestran su narco rostro ante la sociedad. No hace mucho, esto era inimaginable y mucho menos siniestro.

El caso Ayotzinapa, les vino a quitar la máscara y puso al descubierto las complicidades entre partidos y entre los grupos delincuenciales que los financian y protegen.

Así, los partidos políticos, sin poder responder a las demandas de los ciudadanos de acuerdo a sus intereses sociales, prefieren estar alejados de las mayorías. Razón por la que éstos, los partidos, agonizan con su mercado de electores. Prefieren vivir de las migajas del poder, de las bondades de la delincuencia organizada, y seguir  con la esperanza de mostrarse en un espejismo electoral, aunque su decadencia tenga fecha de vencimiento.

Roberto Molina

Vía: Viral Noticias