El 87 por ciento de las empresas de seguridad privada que operan en México lo hacen sin permisos y más de 90 por ciento carecen de certificación, revela el Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).
En un diagnóstico sostiene que de “unas 3 mil empresas de vigilancia en el país, alrededor de 400 cuentan con permisos federales y solo 200 tienen certificación”.
Alejandro Desfassiaux, miembro del organismo¸ aseguró que “la proliferación de compañías patito representan un riesgo para quienes las contratan”, además de que pueden servir como “disfraz para criminales que encuentran en sus propios clientes a sus próximas víctimas para robar, secuestrar, extorsionar, son refugios de posibles delincuentes”.
“¿Por qué se contratan empresas patito de seguridad?”, se cuestiona en el documento.
“Porque algunos dueños de centros comerciales, restaurantes, empresas, unidades habitacionales, fraccionamientos o condominios consideran que los bajos costos que les ofrecen estas sociedades, así como la instalación inmediata de equipo y personal de seguridad son la solución más fácil al problema de la inseguridad, sin tomar en cuenta que una empresa profesional de seguridad privada antes que un presupuesto, realiza un diagnóstico correcto de seguridad…, por lo que no representa un gasto, sino una inversión traducida en tecnología de punta, así como en personal capacitado y certificado en su área para disuadir, persuadir o reaccionar frente a una emergencia”, expone.
Agrega que la protección profesional para una empresa o una persona no es cuestión de juego.
“La gente debería está consciente que al contratar a personas improvisadas en el sector están contratando a quien después puede ser el cómplice, autor o ejecutante del robo, asalto, extorsión, lesión o secuestro que pueda sufrir en su negocio o entorno”, advierte.
El consejo puntualiza que ante los altos índices delictivos, el aumento de personal patito de seguridad y la nula especialización de las policías complementarias, es urgente incorporar éstas a la seguridad pública.
“Esto porque ya que existe la confusión de si son autoridad pública o si forman parte de un equipo de seguridad privada, ya que muchas veces son contratados de forma particular, lo cual es totalmente incorrecto, pues no tienen la capacitación ni la certificación necesaria y mucho menos cumplen el objetivo para el que fueron creados”.
Según el CNSP, “en el país, existen más de 140 mil policías complementarios que brindan servicios de seguridad privada, ejerciendo actividades que no les corresponden, acaparando hasta 60 por ciento del nicho de seguridad privada e incrementando la caja chica de los gobiernos estatales”.
Señala que “este problema es algo en lo que las empresas profesionales de seguridad privada hemos insistido desde administraciones atrás. Los ex presidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox no cumplieron con el acuerdo de regularizar a estas policías complementarias”.
Agencias