Caracterizados por su arrogancia y “elegancia”, ahí estaban los empresarios adulando al gobernador Gabino Cué Monteagudo, mientras al final del salón un grupo de reporteros no daba crédito a lo que sucedía: “¡No pueden pasar, son órdenes estrictas… Ya no hay cubiertos¡ ”, decían los guardias de seguridad.
Ahí, en donde la cúpula de quienes ostentan el poder económico y político se dieron cita para ser testigos del cambio de “poderes” de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), y ungir a Onésimo Bravo dueño del Bar Tomasin los trabajadores de los medios de comunicación no fueron recibidos.
“¡Qué se metan su desayuno por donde ya saben……!”, murmuraban los más audaces, otros más exponían: “¡Si creen que vine por el desayuno tengo para eso y más….. Lo que realmente importa son las mentiras que dice nuestro gobernador ante los asesinatos… jajajaja!”.
Otros más atrevidos y con el afán de irse con la declaración y la nota de “ocho”, trató de ingresar a uno de los salones de conocido hotel, en donde sólo se les permitió la tomar la foto y después “sacarlos” a punta de miradas de odio.
Pero otros más esperaron para obtener una declaración al menos del presidente de Oaxaca de Juárez, Javier Villacaña Jiménez, quien como buen priista posa para la foto, declara ante los medios.
Sin embargo, un poco más altanero y escabulléndose por donde llegó, el gobernador de la “Paz y Progreso”, se limitó a despedirse de los empresarios y dar una pequeña declaración para quienes esperaban una nota de “ocho”.
Ahí Cué Monteagudo, justificó la ola de violencia al señalar que Oaxaca no está exenta de esta situación y que al momento van 12 ejecuciones.
Carina García/Libertad-Oaxaca.info