A casi 72 horas de la celebración del Bicentenario de la Independencia, el zócalo de la ciudad luce prácticamente sin brillo. Las lonas de colores que se dejan ver a un costado del edificio que antes albergaba el Palacio de Gobierno y ahora al Museo del Palacio provocan entre los turistas admiración y una imagen mala.
Aunque la presencia de elementos policiacos hace unos días provocó pánico y miedo entre los comerciantes ambulantes adheridos a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), sino también entre los expendedores establecidos. Hoy lo único que se deja ver en las calles aledañas al corazón de la ciudad son vallas metálicas que fueron “olvidadas” por los policías.
A decir de la empresaria y una de las dueñas del restaurante “Amarantos”, Evenly Hernández, la situación es complicada debido a que la afluencia de comensales se encuentra en niveles muy bajos, en comparación con años anteriores.
A pesar de esta situación confió que durante las festividades del 15 y 16 de septiembre la afluencia incremente; tenemos la esperanza en que las ventas incrementen.
“La presencia policiaca de hace unos días en el corazón de la ciudad solo atemorizó a los paseantes, por lo que éstos preferían continuar con su camino dejando de consumir los productos oaxaqueños”, apuntó.
Evelyn Hernández señaló que ante la presencia de ambulantes y policías, el gobierno lo único que ofrece es una mala imagen de la entidad, lo que sin duda repercute de manera económica, finalizó.