La operadora de la destruida central nuclear de Fukushima Daiichi, Tepco, anunció que frenará el bombeo de agua radiactiva al mar hoy lunes, un par de días después de lo previsto, en un intento por aliviar el temor mundial ante la propagación de radiación en la peor crisis nuclear desde Chernobil.
Tepco ha estado utilizando agua del mar para enfriar las barras de combustible de los reactores; pero al dañarse el equipo eléctrico, y ante la falta de capacidad de almacenamiento, ha devuelto el agua radiactiva utilizada al océano Pacífico.
Los expertos tenían previsto frenar el derrame el sábado, pero las obras se interrumpieron por la fuerte réplica del jueves; ayer tampoco se pudo cumplir con el objetivo.
Casi 15 mil personas continúan desaparecidas, un mes después del peor terremoto en la historia de Japón. Unos 22 mil soldados nipones y estadounidenses rastreaban ayer el noreste de Honshu, en busca de cadáveres. También a lo largo de la costa del Pacífico buscaban a desaparecidos en operativos con buzos.
Las autoridades cifran actualmente en casi 28 mil el número de muertos por la catástrofe del 11 de marzo, aunque hasta ahora han sido recuperados alrededor de 13 mil cadáveres.
Sólo los 30 kilómetros de la zona de evacuación alrededor de la averiada planta nuclear Fukushima I estaban excluidos de las operaciones de búsqueda, según el canal japonés NHK. Pese a los riesgos, numerosos habitantes volvieron ayer al área para buscar pertenencias y hacerse una idea de la situación de sus casas, informó la agencia de noticias Kyodo. Unas 150 mil personas siguen en los 2 mil 400 refugios de emergencia instalados en el área.
El primer ministro, Naoto Kan, visitó ayer la zona de la catástrofe y prometió apoyo a los damnificados. Kan anunció la construcción de 70 mil viviendas provisionales en la región y anunció ayudas para los pescadores en la devastada ciudad de Ishinomaki, en Miyagi.
Se esperaba que el Partido Democrático de Kan sufriera un castigo en las elecciones locales de ayer por su gestión de la crisis. Los japoneses votaron ayer para elegir a 12 gobernadores, de las 47 provincias, cuatro alcaldes y la composición de varias asambleas regionales.
En tanto, cientos de cajas fuertes han sido encontradas en las costas de Japón arrasadas por el tsunami y la policía busca a sus dueños, en una situación particular de un país donde mucha gente, en especial los ancianos, prefieren tener su dinero en casa y no en los bancos.
Según cálculos, una cantidad de yenes equivalente a 350 mil millones de dólares no forma parte del circulante porque la gente tiene ese dinero en casa.
Unas 17 mil personas protestaron ayer en Tokio contra las centrales nucleares al grito de “No necesitamos Fukushima”, en referencia a la crisis atómica que desató el terremoto y posterior tsunami de hace un mes.
Los manifestantes se desplegaron en varias zonas de la capital japonesa, entre ellas la sede de Tepco. Según la tv NHK, unas 2 mil personas marcharon convocadas por ocho asociaciones antinucleares para pedir el cierre de todas las centrales que utilizan combustible atómico de Japón. En Koenji (en el norte de la capital) se congregaron unas 15 mil personas en la tarde de ayer, según el recuento realizado por la agencia local Kyodo.
EFE