Sífilis, Infección de Transmisión Sexual que puede aparecer y desaparecer

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* Con un tratamiento oportuno, se puede combatir esta enfermedad.

 

Relacionada con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o como consecuencia de prácticas sexuales sin protección; la sífilis es una Infección de Transmisión Sexual (ITS) que tiene la característica de aparecer y desaparecer sin mayores síntomas, y después de varios años sin tratamiento médico, puede provocar daños irreversibles para la salud.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sífilis es una ITS curable causada por una bacteria llamada treponema pallidum que afecta tanto a hombres como a mujeres y se transmite por vía sexual, así como de madre a hijo durante el embarazo o en el parto.

En muchas ocasiones las personas con sífilis desconocen que viven con esta infección y pueden transmitirla en un contacto sexual vaginal, anal u oral sin condón, a través del contacto con las lesiones de la piel o de las mucosas.

En una persona con sífilis le suelen aparecer chancros en la boca, en el pene o en la vulva, sin causar dolor. Para el caso de la transmisión de madre a hijo, el bebé puede registrar muerte prematura o desarrollar sordera, ceguera, disturbios mentales, parálisis o deformidades.

Los síntomas de esta ITS se presentan dos o tres semanas después de contraer la bacteria y si no es detectada y tratada a tiempo, la enfermedad pasa por tres fases:

En la primera, después de 10 días a 6 semanas de haber adquirido la infección, aparece una úlcera o llaga circular u ovalada de borde rojizo, parecida a una herida abierta, a esta se le llama chancro.  Los chancros suelen localizarse en el pene o en los testículos, en el recto, dentro de la boca o en los genitales externos, en el cuello uterino y en los labios genitales. El chancro desaparece al mes o mes y medio, pero no porque el enfermo esté curando, sino porque la siguiente fase está por comenzar.

La segunda fase puede presentarse medio año después de la desaparición del chancro y dura de tres a seis meses, aparecen ronchas rosáceas indoloras llamadas “clavos sifilíticos” en las palmas de las manos y plantas de los pies, fiebre, dolor de garganta y de articulaciones, pérdida de peso, caída de cabello, cefaleas y falta de apetito. Los “clavos sifilíticos” pueden ser muy contagiosos si existen heridas. Al término de esta fase, la sífilis permanece inactivo en el organismo durante mucho tiempo.

Para la tercera fase o fase final, después de 2 a 30 años, el virus vuelve activarse para atacar directamente al sistema nervioso o algún órgano y provoca trastornos oculares, cardiopatías, lesiones cerebrales, lesiones en la médula espinal, pérdida de coordinación de las extremidades o provocar problemas más serios hasta la pérdida de la vida.