Se va. Termina su gobierno el 4 de diciembre de este año. El lunes, ante la Asamblea Legislativa, presentará el último informe sobre su gestión gubernamental. Se va contento. De hecho, dice que se va no solo contento, sino… “muy contento”.
Inclusive se ufana de que los chilangos son mejores ciudadanos que en 2006, sorprendentemente menos bárbaros de lo que se piensa (“Cuando empezamos lo de las bicicletas, la ecobici, previmos que el porcentaje de robo y destrucción iba a ser de 15%, y estamos en menos de 5%”, confía). Y se regocija de que el Distrito Federal es, sin duda, una ciudad… “muy liberal, tolerante y de avanzada”.
Pero sobre todo, platica muy a gusto de política. Sin muchos rodeos acepta que ceder la candidatura de la izquierda fue un día dificilísimo en su vida y se dice convencido de que él hubiera podido ganar la Presidencia de la República. Pero ve hacia adelante: reitera que en 2018 ahí estará, buscando llegar a Los Pinos, y desde ahora advierte que si él y Andrés Manuel López Obrador van separados, en candidaturas paralelas, “será un desastre” para la izquierda.
Se va Marcelo Ebrard, el jefe de Gobierno. El hombre que quiere ser Presidente. El hombre que prefiere la BlackBerry que el iPhone; el político de izquierda que bebe café y que está de gran humor durante la entrevista que le hace MILENIO Diario en su oficina ubicada en el antiguo edificio del Ayuntamiento.
—Va usted a 2018…
—Sí, claro…
—¿Sin dudas?
—Sin lugar a dudas. Lo que tenemos que hacer es organizarnos para que lleguemos en muy buenas circunstancias a la contienda…
—Se va a encontrar allá con Andrés Manuel López Obrador y Miguel Mancera, por lo menos…
—Más los que se acumulen, ¿no? Pregúntale a Arturo Núñez (gobernador de Tabasco), Graco (Ramírez, gobernador de Morelos) dice que también se va a apuntar…
—¿A quiénes ve ahí? ¿A Lázaro Cárdenas Batel (ex gobernador de Michoacán, hijo de Cuauhtémoc Cárdenas)?
—¿Lázaro en el 2018?… No lo sé, no he hablado con él…
—¿Juan Ramón de la Fuente (ex rector de la UNAM que López Obrador invitó a ser parte de su gobierno en caso de que hubiera ganado la elección?
—Tampoco, no le he preguntado… Son gentes muy destacadas. Sería muy difícil que te hiciera la lista porque la verdad no sé si van a participar. Y si te digo que sí, luego me van a decir: “Oye, tú me andas destapando”. Lo que es esencial es que tengas un frente amplio para que puedas contender en 2018. Si no… —cortaba la frase pero hacía ademán de “ya nos jodimos”.
—Si usted va por un lado y Andrés Manuel va por otro, va a ser un desastre. ¿Eso está diciendo?
—Va a ser un desastre. Y si tienes tres candidatos por otro lado, no sé quién de los que me acabas de decir, pues es el peor de los mundos…
—Regresando al año pasado, a aquella encuesta entre usted y Andrés Manuel, debe haber sido un día muy duro para usted, Marcelo…
—Sí… ¡No, bueno!… —asentía. Luego se reacomoda en el sillón.
—Por ahí dicen que a lo mejor el 1 de julio pasado, usted habrá pensado, o habrá dicho: “Se los dije”…
—Bueno, esos ya son análisis nada más… Ya para qué…
—¿Le pasó por la cabeza?
—Pues no importa…Lo que importa ahorita es hacer un análisis muy cuidadoso de quién votó por nosotros, por qué, y ver el futuro que hay que construir…
—¿Usted cree que hubiera podido ganar?
—Pues es que los “hubiera” no existen… De poder, sí se puede, claro…
—Sensación…
—Claro que podría haber tenido una candidatura muy exitosa… Si no, para qué participas, ¿no?… Es un poco ventajoso que yo te dijera: “¡Síííí! ¡Yo habría arrasado!… Es medio soberbio, ¿no? La verdad es que los “hubiera” no existen…
—Ya que fue jefe de Gobierno y quiere ser Presidente, dígame rápido: ¿el Presidente no debe tener amigos? ¿Debe tener enemigos?
—Lo que pasa es que el amiguismo se entiende como favoritismo, influyentismo, y por eso se le tiene miedo a la palabra “amigos”. Claro que todo mundo tiene amigos. Y aliados. Y yo lo que te diría es que tienes que aprender a separar las esferas, ¿no? Los amigos, los que tienen influencia, hay que cuidarlos más que a tus enemigos. Son los que te pueden destruir…
—¿Un Presidente debe ser como un tiburón que destaza todo?
—No… Más bien debe ser como un águila.
—¿Un águila que ve?
—Que ve y no la puedes atrapar y está en todo…
—¿Un presidente debe ser vengativo?
—No, ¿por qué vengativo? Al contrario: entre menos hígado tengas… Cuando tienes poder lo que hay que reducir es el hígado… Hasta donde más puedas, porque todos somos humanos…
—¿Un presidente debe mentir un poco para que el pueblo no se entere de algunas cosas medio feas?
—Mentir, no debes, porque es mala idea. Si mientes…te van a caer, ¿eh?
—¿Un presidente debe ser impredecible para desorientar a los demás?
—Pues en cosas esenciales debe serlo, porque el factor sorpresa es una ventaja…
—¿Un presidente debe pactar todo?
—Debes tener acuerdos, pero lo que no puedes es ceder en lo que quieres. Es como si me dices: “Oye, la negociación del Metrobús, para no tener problemas, la cedes”. Entonces ya no hubiéramos hecho el Metrobús, porque se enojan unos microbuseros… Y así, llevado a la décima potencia…
—¿Un presidente debe ser precavido?
—Sí, cauteloso. Hay que medir lo que vas a hacer…
—¿Lo del presidente es generar o dar miedo, más que respeto?
—No, yo creo que no. Si pierdes la cercanía con la gente pierdes la capacidad de gobierno… Tener respeto, sí; y que se vea que tienes resolución, sí; pero no tienes por qué dar miedo. Claro, Maquiavelo decía que el temor es la base del gobierno, pero eso fue en el Renacimiento, no había elecciones, menos Twitter. A lo mejor él sería ahorita #YoSoy132, o ve tú a saber… —sonríe.
—¿Un presidente o un jefe de gobierno debe ejercer el poder aunque genere odios?
—Pues es inevitable. Hay recomendaciones que siempre hay que tomar en cuenta: no uses los instrumentos del poder público (Procuraduría y demás) contra tus adversarios políticos; no te metas con sus familias para tratar de doblegarlos; no abuses de las facultades que tienes para tratar de acabar con tus adversarios, porque si haces eso, sí vas a tener odios y no te va a ir bien…
***
Y antes de hablar de política, Ebrard charlaba de la ciudad, sobre todo de la inseguridad, el tema más sensible para los ciudadanos…
—¿Cómo se siente, cómo está la ciudad seis años después?
—Me siento muy contento. Lo importante cuando terminas el gobierno es cómo te trata la gente, cómo fue la elección…
—¿Cómo lo trata?
—La gente me trata muy bien en la calle. Porque si no, quiere decir que algo hiciste mal. No me he encontrado a nadie que me trate mal aquí en la ciudad. Raro. Algún agravio específico por ahí, pero… raro. Eso es muy bueno. Me siento a gusto. Estamos contentos. El resultado de la elección fue muy bueno en la ciudad. Estoy muy satisfecho, la verdad.
—Seguridad. ¿Siente usted que es más segura la ciudad? ¿Cómo están las cifras?
—En delitos de alto impacto (homicidios, robo con violencia, secuestro, todo lo violento contra las personas), si comparas 2006 con 2012, tienes una caída de 11 o 12 por ciento por abajo, cuando el país va creo que en más cincuenta…
—¿Homicidios?
—Estamos más o menos en el mismo promedio. El punto más álgido que tuvimos fue en 2010. El 40% de los homicidios son pasionales, no creas que todos son ejecuciones. Somos el número 22 en el país. Y en robos de autos estamos en promedio 50 robos al día, estábamos en 120. Se roban más en Monterrey que en el DF…
—¿Usted siente que deja una ciudad más segura a pesar de la percepción en algunas zonas de que la seguridad no está muy bien?
—Mira, yo creo que si hubiese una realidad de inseguridad más allá de lo que normalmente estamos acostumbrados, o ha sido, no sería lógico que hubiésemos tenido como candidato un ex procurador con un respaldo tan alto. No quiere decir que no hay problemas, no quiero darte esa impresión, sería un error. Es una batalla de todos los días. Y claro que tenemos bandas, como una que acabamos de atrapar: ¡cien robos a casa-habitación! Nos llevamos más de un año investigando a los colombianos esos…
—¿Las policías son mejores o reciclaron?
—Yo creo que han venido mejorando… A ver, ¿qué indicador te puedo dar? Yo te puedo decir: “Sí, sí…”. Lo más crítico que hemos tenido es la Comisión de Derechos Humanos del DF. ¿Qué te dice su reporte? Han bajado a la mitad las quejas. Nosotros medimos todos los días la eficiencia policial: cuántos arrestos tienes versus cuántos delitos en la calle. La eficiencia policial ha ido subiendo paulatinamente. No creas que es fácil subirla, ¿eh? Pero ahí va. El promedio internacional anda entre 20-25 por ciento de eficiencia, o 2.5 puntos. O sea, de cien delitos en la calle, la policía atrapa en flagrancia a 25. Ninguna policía del mundo tiene más que eso. Salvo algún país totalitario y no quiero decir qué país (sonríe)…
—¿Cuántos faltan por pasar control de confianza?
—Vamos casi a 70%.
—¿Es mejor policía, mejor pagada, mejor preparada, o seguimos con un lastre terrible?
—Yo creo que ha mejorado mucho. Ahora necesitas preparatoria para ser policía, antes no. Y la carrera policial. Yo sí creería genuinamente que se ha mejorado el promedio de la policía con nuevas generaciones mejor entrenadas. Y que esté Miguel (Mancera) al frente de la Jefatura es una garantía y es estar mejor preparado para lo que venga. Conoce el tema a fondo, como nadie…
—Se va. Se va Ebrard. Contento, sonriente…
► Votos por izquierda unida
El jefe de Gobierno del DF electo, Miguel Ángel Mancera, aseguró que “hace votos” porque la izquierda en el país se mantenga unida, luego que se han dado diversas circunstancias como la separación de Andrés Manuel López Obrador del PRD y la posible constitución del Movimiento de Regeneración Nacional en un partido.
Luego de asistir a la toma de protesta de los diputados electos de la sexta Legislatura del Congreso local, reiteró que mantendrá una relación institucional con el presidente electo, Enrique Peña Nieto, y aunque no hay una fecha definida, confió en reunirse con el priista.
“Será muy importante que haya una reunión con el bloque correspondiente para que podamos comentar, cada uno de nosotros, lo que es indispensable para los territorios que gobernaremos. No hay fecha definida, pero lo importante es eso, ya están en ejercicio y están ocupados de sus territorios y los que entraremos en ejercicio pues tenemos que plantear cuáles son las prioridades y la comunicación con el área federal”, afirmó.
(José Antonio Belmont/México)
Milenio
