“La pobreza no es invencible, la clave para vencerla reside en la voluntad política conjunta del gobierno federal y estatal para atacarla a fondo”, afirmó Alberto Esteva, precandidato al Senado de la República por los partidos de izquierda.
Señaló que a Oaxaca se le conoce por su ancestral pobreza y los bajos niveles de competitividad económica que presenta, incluso, agregó, “hay quien piensa que ya es una situación normal de la entidad”. Oaxaca ocupa en el índice general de competitividad económica el puesto 31, en desempeño económico el 25, en eficiencia gubernamental el 31, en eficiencia de negocios el 29 y en infraestructura el 30.
Algunos indicadores específicos son aún más dramáticos, Oaxaca ocupa el último lugar del país en: Formación bruta de capital fijo per cápita, Crecimiento en el saldo de deuda, eficiencia terminal primaria y en Población ocupada con estudios medio superior y superior. De acuerdo a los indicadores de Coneval, en 2010 en Oaxaca el 67.2 por ciento de la población vivía bajo la línea de pobreza, que representa 2.5 millones de oaxaqueños.
Agregó que la pobreza, así como la riqueza, es el resultado de una forma de organización política, económica y social que tiene una historia precisa y que ha ocasionado, por ejemplo, que una entidad como Oaxaca haya recibido pocos recursos de la federación, su población indígena haya sido marginada, no se hayan efectuado inversiones importantes en proyectos económicos o construcción de infraestructura y se haya relegado a la entidad –en la práctica- a una categoría de “no prioritaria”.
Afirmó que la política, como el arte de conjugar esfuerzos y lograr resolver las problemáticas más importantes de una colectividad, es el camino para enfrentar con decisión y sin dobleces la pobreza en Oaxaca. “Es desde una instancia como el Senado desde donde se puede impulsar la creación de un proyecto de Desarrollo sólido que vaya más allá de una simple administración de la pobreza; se requiere el concurso de los tres niveles de gobierno y los distintos poderes del Estado para elaborar un plan amplio, viable, de largo alcance, con los recursos suficientes para redefinir el rumbo que hasta ahora lleva Oaxaca”.
Mencionó que existen muchas actividades en Oaxaca desde donde se puede partir para urdir una nueva trama de organización económica que detone el crecimiento económico, el empleo y el ingreso de los oaxaqueños.
Existe una tradición de artesanías en todo el estado, de muy diferente estilo, que cubre una gama de especialidades: textil, barro, máscaras, alebrijes, alfarería, orfebrería, talabartería, entre otras; en esta actividad se tienen muchos esfuerzos desvinculados entre sí, que pueden potencializarse significativamente si se estimula la organización de asociaciones más amplias de artesanos, que cuenten con créditos, compras en escala de insumos, bodegas y canales de comercialización nacionales e internacionales.
La agricultura tiene una tradición milenaria en Oaxaca, que debe ser apoyada con esquemas de financiamiento sólidos que permita tener programas de rehabilitación de suelos, financiamiento para los insumos, seguros contra siniestros, riego, almacenamiento, comercialización y seguridad alimentaria. De la misma manera que las grandes potencias económicas tienen esquemas de subsidios con su agricultura, Oaxaca debe tener el suyo, incidiendo de paso en el arraigo de los jóvenes en sus comunidades y que no tengan que emigrar.
Los más de 500 kilómetros de costas presentan una enorme oportunidad para el desarrollo de una sólida actividad pesquera, que no sólo sirva para el autoabastecimiento en baja escala sino que permita el impulso de una amplia base de captura y procesamiento de los productos del mar, junto con actividades de siembra de algunas especies y centros de estudio vinculados al mar.
Adicionalmente, existen varios nichos en la costa susceptibles de desarrollarse turísticamente, es tarea estratégica buscar capitales nacionales e internacionales, bajo la reglamentación estatal, para desarrollar centros de atracción turística. Esto debe complementarse con la creación de infraestructura en transportes (carretera, marítima, aérea) que comunique adecuadamente estos centros.
Algunas zonas de Oaxaca presentan serios problemas de erosión y degradación del medio ambiente, esta circunstancia puede revertirse con la incorporación de los habitantes de la zona en grandes programas de rehabilitación, que a la vez que revierte los daños ecológicos, proporciona empleo a los habitantes de la zona, primero en las tareas de recuperación y luego en las tareas de conservación y mantenimiento. Para esto existe –incluso- fondos internacionales que apoyan este tipo de programas.
La organización de un amplio programa de educación que no deje ninguna zona sin cubrir; en primera instancia se requiere una campaña de alfabetización que erradique definitivamente este lastre ancestral. Se debe replantear el esquema de las escuelas básicas, media y media superior, incorporando capacitación técnica vinculada a los programas que en materia económica se desarrollen en el estado (agricultura, pesca, artesanía, turismo, etc.)
Paralelamente a estas tareas educativas se pueden desarrollar diversas actividades vinculadas a la industria cultural: industria editorial, fomento de redes sociales, educación a distancia, establecimiento de redes de telecomunicaciones que establezcan un internet sólido, radio, TV, y los otros medios de comunicación. Existe una tradición de diversidad cultural, con sus enormes talentos artísticos (música, pintura, danza, etc.) que se potencializaría rápidamente estableciendo estas medidas de fomento.
Alberto Esteva, mencionó que estas son sólo algunas de las muchas tareas que se pueden impulsar desde un Plan Maestro de Desarrollo para Oaxaca, y que en pocos años abatirían la pobreza en la entidad. “Todo es cuestión de coordinar a los diferentes actores políticos, empresariales y sociales para enfrentar y derrotar a la pobreza en Oaxaca que –definitivamente- no es invencible”.