La falta de empleo y la corrupción en México fueron las principales razones que obligaron al oaxaqueño Raúl Cruz a emigrar a Estados Unidos.
Él es el papá de Sophie, la niña de 5 años que el miércoles pasado superó la barrera de seguridad para llegar hasta el Papa Francisco y abogar por los indocumentados.
El hombre, de 36 años, estudió Ingeniería Electromecánica en el Instituto Tecnológico de Tuxtepec. No se tituló, pero, en 2005, decidió emigrar y hoy trabaja en una fábrica de galvanizado de metales en Los Ángeles, California, desde donde viajó para ver al Papa junto con su hija.
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“La falta de trabajo (me hizo emigrar). La falta de que, uno estudia, termina y se encuentra uno con esa gran corrupción que es el favoritismo; que sólo a los más allegados a los patrones grandes les dan trabajo”, externa en entrevista.
Cruz, quien nació en la zona mixteca de Juxtlahuaca, Oaxaca, vive ahora en South Gate, en el área metropolitana de Los Ángeles. Está casado y, además de Sophie, tiene a otra niña ciudadana estadounidense de 2 años.
Está lejos de su tierra, pero todavía tiene contacto con su madre, quien reside en Tuxtepec.
“Mi mamá está orgullosa de mí y de su nieta porque dice que sacó (su apellido) Bautista. Mi mamá siempre ha sido bien trabajadora, bien luchona. A ella siempre, desde que fuimos niños, no le importaba si hacía frío, o si estaba lloviendo. Ella salía a trabajar. Ella es bien valiente, bien astuta”, asegura.
El padre de familia podría beneficiarse con el “alivio migratorio” propuesto por el Presidente Barack Obama en 2014 para padres indocumentados con hijos estadounidenses, y que está detenido en las cortes.
“Sí, si se aprueba (el alivio), si el Papa intercede por nosotros y libera pues el apoyo que el Presidente Barack Obama había propuesto, pues sí calificamos”, confía.
Según el Migration Policy Institute, más de 3.5 millones de padres indocumentados con hijos ciudadanos estadounidenses y con más de 5 años en el país podrían legalizar su estatus con el alivio migratorio, pero su futuro depende de un largo proceso judicial en cortes federales.
Luego de sorprender con su intervención ante el Papa, Sophie y su papá fueron recibidos el jueves por el nuevo Embajador de México en Washington, Miguel Basáñe
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