Salvador García
16:16 Lo que sería una sesión de protocolo, para dar inicio al segundo periodo ordinario de sesiones de la 60 Legislatura del Estado, se volvió un debate entre unos cuantos diputados del PRI, con toda la oposición; el tema: las candidaturas de Gabino Cué Monteagudo y Eviel Pérez Magaña, al final como si fuera un cotejo futbolístico el presidente de la mesa Etelberto Gómez Fuentes, dio el “silbatazo” final y declaró un empate.
Tras darle salida a los dos primeros puntos del orden del día, tomarle la protesta como nuevo legislador a Roberto Ramos García en sustitución de Silvia Zarate González, y de dar terminada la licencia de legislador a Wilfredo Fidel Vásquez, se remitió el informe de resultados de la cuenta pública del estado comprendido del primero de enero al 31 de diciembre de 2009, el cual se envió a comisiones.
Fue en asuntos generales donde se dio el “silbatazo” inicial para el debate, la primera en tocar la “bola”, fue la legisladora panista Perla Woolrich Fernández, quien se quejó de la campaña del abanderado priista a la gubernatura al enviar mensajes con presuntas promesas de campaña mediante celular, que ni el actual gobierno las ha cumplido.
Eso provocó que “tomara el balón” el diputado Antonio Amaro Cansino, quien enérgico y haciendo gala de su “rudeza en la cancha”, refutó al candidato de la Coalición por el Progreso de Oaxaca, a quien lo acusó de no tener calidad moral y de haber propiciado los actos del 2006, quien se involucró con Ahumada y sobre todo su relación con Flavio Sosa Villavicencio.
Tras una nueva intervención de Perla Woolrich Fernández, en donde retó al candidato priista a realizarse el antidoping, a declarar sus bienes, pero sobre todo al decirle que era un “sacatón” al no querer debatir públicamente con Gabino Cué, le pasó el “balón” al coordinador de los Convergentes, Benjamín Robles Montoya.
Posicionado de la “cancha legislativa” y desde la tribuna, indicó: “Eviel Pérez Magaña no quiere debatir, porque no tiene la capacidad, los propios priistas saben que no era su mejor propuesta, porque como funcionario fue deshonesto y como candidato es malo, incluso está ahí para cuidarle las espaldas a su socio el gobernador del estado”.
La “jugada”, provocó la reacción inmediata del diputado Antonio Amaro Cansino quien se posicionó del “balón” y desde su curul soportó el “embate” de los diputados Perla Woolrich, Dagoberto Carreño Gopar y del propio Robles Montoya, quien se desquitó de las interrupciones del priista a pesar del enojo del presidente de la mesa directiva.
A partir de ese momento, el segundo tiempo, fue un ir y venir de descalificaciones hacia los candidatos, hacia el gobierno estatal, incluso al federal. Durante una hora, los diputados de oposición y solamente Amaro Cansino por parte de los priistas, se dedicaron a intercambiar insultos a sus contrincantes, pero sin hacerse daño evidente.
En su momento el diputado Rogelio Sánchez Cruz, le cambio la jugada a la sesión que se mostraba aburrida como cotejo de la selección mexicana, le recordó a la oposición todas las acciones realizadas por la presente administración y al final les dijo en tono de burla: “que cada quien haga su chamba desde su tribuna”.
Tras completarse las dos horas de sesión, cuando ya los legisladores desde sus curules se interpelaban de manera chusca, pues el presidente de la mesa había perdido el control de la sesión, decidió abruptamente dar el silbatazo final y dar por concluida la discusión, al final el marcador fue oposición 0 y el priista Antonio Amaro 0.