De veras que ser chairo, ha de ser una de las chambas más difíciles en nuestro país. El chairo tiene que estar disponible para perder su dignidad, su intelecto, y su juicio, si es que todavía lo tiene, y además, hacerse enemigo de todo aquel que piense lo contrario.
El chairo tiene que estar dispuesto a cambiar su opinión en cualquier momento con tal de compaginar con aquel anuncio que dibujaba a López Obrador: “es de sabios cambiar de opinión”.
Ese anuncio reflejaba, tal cual, la personalidad de López Obrador. Aún no llega a Palacio Nacional, y ya ha hecho un desbarajuste con su gabinete. La misma gente que lo rodea no tiene seguro nada, nada. Hoy puede ser nombrado fulano como secretario de tal cosa, y mañana enterarse por los medios de comunicación que ya dejó de serlo.
Seguramente el señor López, se siente sabio por eso a cada rato cambia de opinión. En su campaña bautizó al alza de la gasolina como “gasolinazo”, y le aseguró a los mexicanos que a este producto lo bajaría el precio, sin embargo, hoy dice que siempre no.
También dijo que al ejército lo iba a regresar a los cuarteles, y ahora nos dice que eso no va a ocurrir.
Prometió que iba a echar abajo la reforma educativa y se iba a eliminar la evaluación, a la que calificó de “punitiva”. Ahora dice que sí se hará la evaluación a los maestros.
También criticó y se opuso al Fiscal general de la nación propuesto por el presidente. Dijo que nada de “fiscales carnales”. Y hoy expresa que el fiscal debe ser propuesto por el jefe del ejecutivo, o sea, por él mismo. Esto quiere decir que López Obrador no llega con buenas intenciones, quiere gente alcahueta que le cubra las espaldas.
Donde no ha cambiado de parecer, es en la designación de la futura secretaria de medio ambiente y recursos naturales (Semarnat) Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, quien es sobrina de Carlos Salinas de Gortari. Seguramente esta designación nunca la va a modificar porque quien la puso en tal cargo fue el tío de Josefa, el verdadero titiritero del próximo sexenio.
La tal Josefa, dice tener listo el plan para desarrollarloen su próxima responsabilidad. Asegura que va a preservar y proteger a los aluxes, o sea, a los duendes. Ella dice conocerlos, y que puede certificar que son los encargados de proteger la selva de Chiapas. Así que va a trabajar por ellos los próximos seis años porque no son ninguna leyenda popular.
Así que pobres chairos, crean o no crean en estas cosas, tienen que tragarse todas las locuras y repetirlas como verdaderas. Lo mismo tienen que hacer los chairos que no quieren reconocer que son chairos.
¿Saben una cosa?, yo pienso que los chairos son los aluxes, de otra manera, nadie del próximo gabinete se preocuparía por ellos. En serio.
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