La noche del segundo viernes de cuaresma, la Iglesia de La Defensa se engalana con arreglos florales, música y la fe de las personas que desde distintos puntos de la ciudad llegan a venerar la imagen.
La importancia de esta tradición religiosa, recae en la convivencia social que se da dentro y fuera de esta iglesia, cuya construcción data entre los años de 1786 y 1792.
En esta noche de celebración, los habitantes de esta zona de la ciudad acompañan a los mayordomos que organizan la fiesta, en esta ocasión, la mayordomía estuvo a cargo del señor Román Hernández y su esposa Verónica García, quienes guiados por la devoción el afecto que tienen de esta imagen, organizan las celebraciones en honor al Señor de las Maravillas.
Cuenta la leyenda que hace tiempo, en tierras poblanas existió un árbol cuya belleza sorprendía a los habitantes de ese lugar, cierto día, el Árbol de la Maravillas, como era conocido, es derribado por un rayo, lo cual ocasionó que la gente que admiraba su majestuosa belleza, decidieron mandar a tallar el tronco destrozado, el resultado del carpintero que talló la madera, fue la imagen que representa la tercera caída de Jesús en camino al Calvario.
La historia de esta imagen ha acompañado la vida cotidiana de la comunidad oaxaqueña que habita en el Barrio de La Defensa, lugar donde se encuentra localizada la construcción que da nombre a esta zona de la ciudad, y dentro de la cual se encuentra la reproducción de la imagen del “Señor de las Maravillas”.
Durante mucho tiempo, las celebraciones en honor a esta imagen, se realizan el segundo viernes de cuaresma, una celebración religiosa en la cual bandas musicales, fuegos pirotécnicos, envuelven a los creyentes que se acercan a rendir tributo a esta imagen que, a decir de algunos, es muy milagrosa.
El Señor de las Maravillas atrae muchas visitas cada año, porque los creyentes consideran que se trata de una imagen muy milagrosa, además del legado cultural e histórico que encierra esta celebración católica, en este rito se distingue la solidaridad de las personas.
Como en toda celebración, los alrededores del templo de La Defensa se ven colmados por puestos de antojitos que son parte fundamental del bagaje cultural de la comunidad oaxaqueña, en ellos, los devotos que visitan este centro religioso, pueden saborear de exquisitas fritangas, tacos, tostadas, tlayudas, sin faltar los puestos de aguas frescas y nieves tradicionales.
Las celebraciones católicas son eventos importantes en el cual cualquier persona, creyente o no, puede sentir el calor humano de las personas que se concentran en cada uno de los eventos religiosos que se realizan durante la cuaresma.
La imagen del “Señor de las Maravillas”, ubicada dentro de la Capellanía de La Defensa, se localiza en la esquina que forman las calles de Arteaga y Fiallo.
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