La necesidad de las personas de conseguir un crédito fácil explica la proliferación de las casas de empeño que además de cobrar intereses superiores a los de las bancas comerciales y pasar por alto la normatividad aplicable, omiten constatar que la prenda empeñada pertenezca realmente a la persona que solicita los servicios, lo que incluso lleva a que reciban objetos robados.
Ante este problemática, el Congreso de Oaxaca recibió y turnó para su análisis a la Comisión Permanente de Fomento Industrial, Comercial y Artesanal, un punto de acuerdo aprobado por la Legislatura de Nuevo León en el que exhorta al Congreso de la Unión dictamine sobre este tema que urge darle celeridad debido a que los abusos de los dueños de estos negocios se han convertido en una queja recurrente de la población.
En el documento se solicita al Poder Legislativo federal proceda con la iniciativa de reforma con proyecto de decreto, por el que se modifica la Ley General de Organizaciones y Actividades de Crédito y la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, con el objetivo de regular las operaciones de dichos negocios.
Asimismo, el Congreso de Nuevo León hace un llamado a sus homólogos de todo el país y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a formar un frente común en virtud de la falta de regulación de las casas de empeño que operan en completa impunidad y cobran altos intereses que conlleva a que la gente no pueda pagar sus deudas y en consecuencia recuperar sus pertenencias que después son revendidas.
Sobre la iniciativa de reformas que se encuentra en el Congreso de la Unión, el punto de acuerdo indica que con la modificación del artículo 4 de la Ley de Organizaciones y Actividades de Crédito se propone que las contrataciones y operaciones de mutuo con interés o garantía prendaria que realizan las instituciones comerciales de este tipo, se consideren como auxiliares de crédito y se regule su funcionamiento.
Por otra parte, la reforma a la Ley de Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros consiste en incluir a las casas de empeño dentro del concepto de entidades financieras a que se refiere dicho ordenamiento. De aprobarse la iniciativa en mención, estos comercios tendrían una regulación especial y a partir de ahí permitiría a los congresos estatales legislar en el ámbito local.
Al no estar sujetas a sanciones hay una ausencia de la vigilancia efectiva de sus operaciones y se convierten en la principal alternativa de mucha gente para obtener recursos inmediatos con los cuales se pueda atender una contingencia o cubrir un gasto no planeado, este tipo de establecimientos opera en la más completa impunidad.