Monterrey, Nuevo León.- Jaime Rodríguez Calderón ”El Bronco”, el primer gobernador independiente del país, mostró anoche las dos caras de Nuevo León:
El ícono industrial del país, la cuna de la cultura del esfuerzo y la fortaleza del carácter para hacer frente a la adversidad, padeció una clase política y empresarial soberbia, corrupta, irresponsable, pero principalmente, insensible durante la administración del gobernador priista Rodrigo Medina de la Cruz.
Durante la toma de protesta, realizada anoche en el pleno del Poder Legislativo, y acompañado del Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, “El Bronco” lanzó un certero mensaje a los que dejan un gobierno desordenado y endeudado:
“Hoy les digo claro y fuerte, se les acabó la fiesta a los bandidos. Vamos, que ni se hagan ilusiones los manos largas”.
Y remató:
“Se acabaron los moches y las transas, se acabaron los lujos a costillas de la gente, si quieren lana háganla por la buena como la gente honrada, trabajando”
Es decir, la propuesta de cambió que estaba juramentada desde la campaña, no se moverá durante su gobierno y lo reafirma al considerar que lo mínimo indispensable será garantizar la seguridad, apoyar a los más necesitados, construir obra pública o mejorar los servicios de transporte, salud y educación.
Porque “El Bronco” va más allá: Quiere convertir a Nuevo León en el mejor lugar para vivir en América Latina.
Pero quizás para aquellos, como en Oaxaca, que son aspirantes a convertirse en “Broncos”, un primer acercamiento de la tarea que tiene por realizar para asumir la marca es comenzar a digerir la definición de ser independiente:
“Me he dado cuenta que ser independiente no es una mera cuestión de leyes o de instituciones.
Me he dado cuenta que las ganas de ser independientes, tenían detrás algo mucho más grande: el deseo de recuperar nuestra libertad.
Queremos la libertad de andar tranquilos por la calle y de que los niños disfruten de los parques.
La libertad de que los jóvenes puedan estudiar una carrera profesional y vivir bien de ella.
La libertad de que madres y padres trabajadores ganen salarios dignos para sacar adelante a sus familias.
La libertad de movilizarse rápido al trabajo y a la escuela.
La libertad para hacer negocios derechos y productivos.
La libertad de saber que la justicia está del lado de la gente y no del lado del dinero.
Por eso hoy les digo que al ser independientes, somos más libres.
Y lo seremos con responsabilidad.
Hemos recuperado la libertad más grande de todas: la de construir un estado donde podamos ser felices”.
Señoras y señores “a jalar que ya me ocupo”.
Especialista en análisis y estrategia política.
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