Cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) revelan que el otorgamiento de plásticos de crédito prácticamente se duplicó en estados pobres como Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Guerrero.
En ese sentido, es especialistas afirman que las instituciones financieras del país decidieron expandir los servicios de bancarización rápidamente a través de tarjetas de crédito, incluso en poblaciones del país con altos niveles de pobreza y marginación, sin medir adecuadamente el posible riesgo de sobrendeudamiento entre este tipo de usuarios.
El aumento de contratos de tarjetas de crédito en estas estidades subió hasta ciento por ciento, mientras que los plásticos de ahorro, normalmente utilizados para iniciar a un usuario en los servicios financieros, disminuyeron en forma sustancial.
En Guerrero, el número de tarjetas de crédito creció 101 por ciento al pasar de 171 mil 32 contratos en 2010 a 343 mil 807 al cierre del año pasado, mientras que las cuentas de ahorro pasaron de 639 mil 190 a solo 443 en tan sólo 12 meses.
Chiapas presentó un aumento de 99 por ciento, al pasar de 236 mil 983 contratos de cuentas de tarjetas de crédito a 472 mil 275 en el periodo referido; las de ahorro bajaron de 724 mil 771 a únicamente 540 cuentas.
El método o proceso natural de bancarización debe iniciar con productos de ahorro, pues con ellos las instituciones financieras generan un historial con el cual pueden apreciar si el cliente es apto para darle un préstamo, afirmó David Olivares, vicepresidente credit officer de Moody’s.
En Veracruz el número de plásticos de crédito creció de 504 mil 75 registrados en 2010, a un millón 177 mil 450 al cierre del pasado ejercicio fiscal. Las cuentas de ahorro también fueron a la baja, al pasar de 945 mil 502 a mil 627 en el periodo de referencia.
El año pasado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social expuso que 52 millones de mexicanos vivían con apenas 2 mil pesos mensuales en 2010. Indicó que Veracruz y el Estado de México habían sido las entidades que mayor aumento de población en pobreza tuvo en dos años.
Oaxaca no fue la excepción, pues las tarjetas de crédito aumentaron 71 por ciento, al pasar de 185 mil 748 a 317 mil 94, entre 2010 y 2011. Los contratos de cuentas de ahorro pasaron de 398 mil 120 a únicamente mil 29.
Expandirse a través de tarjetas de crédito resulta mucho más rentable para los bancos que iniciar con productos de ahorro, dado los bajos ingresos de las personas en estos estados que complican la captación de recursos, destacó Miguel Ángel Corro, director del departamento académico de economía y finanzas del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe.
Nuevamente se está dando crédito sin una adecuada medición del riesgo, agregó Abraham Vergara, académico del departamento de estudios empresariales de la Universidad Iberoamericana (Uia).
“Los ejecutivos de cuenta, con tal de acomodar sus productos, pues de eso depende su comisión y sueldo, otorgan tarjetas a personas con el perfil inadecuado, donde existe un alto riesgo de incumplimiento de pago”, señaló el profesor de la Uia.
Tradicionalmente los bancos en México inician el proceso de bancarización a través de la tarjeta de crédito, subrayó David Olivares, de Moody’s.
“Lo vimos hace cinco o seis años con el boom que se dio en el producto. Las instituciones siguen con esa estrategia, aunque no pensamos que lo van hacer de manera agresiva como lo vimos en ese tiempo. No esperamos que vaya haber una burbuja”, aseguró.
El directivo de la calificadora mencionó que si bien los productos de ahorro son poco distribuidos en estas zonas del país, son otras las instituciones financieras como cajas de ahorro y populares las que apoyan a la población con menores ingresos a resguardar sus recursos.
“Otro de los factores es que en esos estados, la colocación de tarjetas ha sido baja de forma tal que los crecimientos que se ven provienen de una base de comparación muy pequeña, y eso puede ser muy significativo”, añadió el experto de Moody’s.
En opinión de Miguel Corro, del Tecnológico de Monterrey, agregó que las personas que cuentan con menores ingresos son más responsables, pues una tarjeta en ocasiones les abre la puerta para acceder a otro tipo de
financiamiento.
El dinero plástico subió 99% en Chiapas, donde se otorgaron 472 mil 275 nuevas tarjetas para financiar el consumo de los usuarios.
Agencias