El recinto quedó frío, mudo. La voz del pintor Francisco Toledo se asomó en el Teatro Macedonio Alcalá sólo para despedirse. Una pantalla proyectó sus primeras y últimas fotos. Así se le rindió el último adiós.
Cabizbajo y con una mirada triste se percibía al gobernador del Estado, Alejandro Murat al igual que a su esposa Ivette Morán de Murat así como la secretaria de Cultura Federal, Alejandra Frausto Guerrero, quienes rindieron una guardia de honor en el Teatro Macedonio Alcalá.
Maestro a usted cómo le gustaría que lo recordarán, soltó el reportero en la entrevista proyectada. Sin mayor detalles Toledo le respondió “Pues si ya no estoy pa’ que. Con mis hijos basta que digan que era un buen papá o no sé”.
Después los cuestionamientos pararon. Un silencio perpetró el majestuoso recinto y en medio nuevamente el maestro, el brujo el pintor, en una foto rodeada de flores blancas.
La guardia de honor dio inicio. El Dios Nunca Muere sonó triste, lento y con melancolía. Algunos funcionarios se dieron cita en el lugar, pero más los ciudadanos.
El respeto a la familia del juchiteco siempre estuvo presente. No entrevistas, cero declaraciones por parte del gobierno además de que la familia no asistió porque querían que se respetará su privacidad.
Así se le dio el último adiós a Toledo, al maestro, al brujo, al pintor.
Carina García