Como se esperaba y tras un gran debate fallido que dio la oposición, la mayoría priista volvió a imponerse y aprobó la “Revisión y fiscalización de la Cuenta Pública” correspondiente al primer semestre de 2010, que se estima en unos 22 mil millones de pesos, es decir la mitad de lo que recibe el estado al año.
Para variar con varias horas de retraso, los priistas llegaron al salón de plenos convencidos que no habría poder humano que les impidiera, aprobar la mitad de lo que recibe el estado, sobre todo porque según la oposición ahí se ocultaron cerca de 2 mil millones de pesos que no se pueden comprobar.
El dictamen de la Auditoría Superior del Estado (ASE), enviado al vapor a la legislatura, logró justificar 22 mil 85.6 millones de pesos de la Cuenta Pública, aunque estos recursos representan 9 por ciento más de lo presupuestado en la Ley de Ingresos ya que el gasto ejercido, marcó 23 mil 165 millones de pesos, diferencia de 1 mil 79.4 millones de pesos.
Los diputados de oposición se subieron a la tribuna en más de una ocasión, ante la parsimonia de los legisladores priistas que no se inmutaron a pesar que fueron acusados de ser comparsa del gobernador y sus malos manejos, solamente defendido por el presidente de la comisión revisora.
Así la ASE validó los dictámenes de las empresas Fitch Ratings, Moodys y Standard & Poors, que señalaron que el Gobierno del Estado tuvo un “nivel moderado” de endeudamiento, con ello se evade la manera de revisar lo que queda de la actual administración.
Tras una kilométrica sesión de protocolo, nuevamente la mayoría priista se volvió a imponer y a decir de los diputados de oposición lo único que se evidenció fue el desaseo del gobierno estatal y de su titular Ulises Ruiz Ortiz.