Jóvenes, vitales e inteligentes, los Kirchner -Néstor y Cristina- llegaron a ser comparados con los Clinton -Bill y Hillary-.
Doce años y tres mandatos después, la Casa Rosada se quedará sin un Kirchner en la sala.
Este 25 de octubre será la primera vez en tres elecciones presidenciales que los argentinos no verán el mismo apellido en la boleta.
La Mandataria Cristina Fernández ha encabezado el máximo permitido de dos gestiones seguidas tras reemplazar a su marido -Presidente entre 2003 y 2007, fallecido en 2010-.
Por lo que, sin importar si resulta electo Presidente el candidato oficialista Daniel Scioli, o su contrincante más cercano, el Alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, se trata del fin de una época en el país sudamericano.
“Por lo menos en lo institucional y en lo político creo que necesariamente vamos camino de un nuevo escenario”, consideró Julio Cobos, quien fuera el primer vicepresidente de Fernández.
“Se ha gobernado con mucha concentración de poder, con una falta de federalismo”, criticó.
Y es que el kirchnerismo no ha estado exento de escándalos.
De acuerdo con el diario local La Nación, existen más de 35 causas por corrupción en los juzgados de primera instancia que involucran a cerca de 25 funcionarios y ex funcionarios de las administraciones con apellido Kirchner.
La propia Mandataria está incluida dentro del conteo.
Sin embargo, Cristina y Néstor son los Presidentes que salieron con más calma de la Casa Rosada desde la vuelta de la democracia a Argentina, en 1983.
Raúl Alfonsín (1983-1989) se fue seis meses antes de que terminara su mandato, ahogado por la inflación; Carlos Menem (1989-1999) dejó una economía quebrada y Fernando de la Rúa (1999-2001) abandonó el cargo en helicóptero tras firmar su renuncia.
A partir de ahí, se sucedieron cuatro Presidentes en tres años, hasta que Néstor Kirchner asumió el poder en 2003 y, con su fuerte impronta política, dividió al país en kirchneristas y anti kirchneristas, un cisma que podría dar sus últimos visos.
Pero queda, todavía, un Kirchner en la política argentina.
Se trata de Máximo, hijo de la pareja presidencial, con mayor protagonismo a raíz de la muerte del padre.
De 38 años de edad, Kirchner ahora preside “La Cámpora”, agrupación de militantes jóvenes del kirchnerismo.
La mayoría de los diputados oficialistas que buscan un lugar en el próximo Congreso pertenecen a ella, lo que podría dificultarle la gestión al siguiente Presidente.
Pero, de acuerdo con el analista político y encuestador Rosendo Fraga, aunque es probable que Kirchner resulte electo diputado nacional en los próximos comicios, difícilmente alcanzará un rol de liderazgo político en Argentina.
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