El expresidente francés Nicolas Sarkozy considera “escandaloso” el trato que ha recibido tras ser imputado este jueves por un juez de Burdeos por un presunto delito de abuso de debilidad al aprovecharse, supuestamente, de la anciana heredera del imperio cosmético L’Oréal, Liliane Bettencourt, para financiar su campaña al Elíseo en 2007.
Así lo ha manifestado este viernes su abogado, Thierry Herzog, quien, en declaraciones a la emisora RTL, ha adelantado que recurrirá ante la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Burdeos para que se anule la imputación del exmandatario.
“El señor Nicolas Sarkozy siempre ha sido combativo pero al mismo tiempo ha considerado que el trato que se le ha infligido era escandaloso”, ha explicado el abogado. “Nunca ha reclamado recibir un trato mejor que otro, pero no se debe considerar que se le debe tratar menos bien”, ha añadido. En opinión de Herzog, la imputación de Sarkozy es “incoherente en el plano jurídico” e “injusta”.
Sarkozy, que perdió la inmunidad judicial tras abandonar la Presidencia el pasado mes de junio, compareció este jueves durante diez horas en el Palacio de Justicia de Burdeos, donde se ha sometido a careos con varios empleados de Bettencourt en el marco de la investigación abierta por la presunta financiación irregular de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
Varias personas del entorno de la mujer más rica de Francia, actualmente bajo tutela de su familia, habían declarado que Sarkozy la visitó varias veces en su vivienda. Al menos hasta ahora, el antiguo jefe de Estado únicamente ha admitido un breve encuentro con el marido de la millonaria, André Bettencourt, fallecido en noviembre de 2007.
Al término de la larga comparecencia de este jueves ante el juez responsable del caso, Jean-Michel Gentil, la fiscalía confirmó en un comunicado la imputación de Sarkozy por un presunto delito de “abuso de debilidad” cometido en 2007 y “en perjuicio de Liliane Bettencourt Schuller”.
El Código Penal galo establece una pena de hasta tres años de cárcel y 375.000 euros de multa por “el abuso fraudulento del estado de ignorancia o de la situación de debilidad” de una persona menor de edad, anciana, enferma o discapacitada.
Con la imputación de Sarkozy ya son 17 las personas involucradas judicialmente por la supuesta financiación irregular de la UMP, según recoge la prensa francesa.
SOSPECHAS
Las sospechas sobre el expresidente, cuyo domicilio fue registrado en julio de 2012, aumentaron tras el inicio de las investigaciones contra Patrice de Maistre, exgestor del patrimonio de Bettencourt. Una antigua contable de la familia Bettencourt reveló que De Maistre había entregado 150.000 euros al tesorero de la campaña de la UMP para las presidenciales de 2007, Eric Woerth.
El pasado mes de noviembre, Sarkozy alegó ante el juez que “nunca” había recibido dinero de la familia de la millonaria, según reveló entonces el periódico ‘Sud-Ouest’. En aquella ocasión, ya abandonó el tribunal bajo la consideración de ‘testigo asistido’, estatus intermedio entre testigo e imputado.
REACCIONES
La imputación de Sarkozy, que tras dejar el Elíseo permanece apartado de la política, ha generado una ola de críticas entre sus antiguos colaboradores y los miembros de su partido, la UMP. Así el que fuera su primer ministro, François Fillon, ha dicho hoy que está “estupefacto” por la decisión del juez, que considera “injusta e inverosímil”.
En declaraciones desde Moscú, Fillon ha dicho que ha enviado un mensaje a Sarkozy para expresarle su “apoyo” y “amistad”. “Espero que la verdad triunfará al término de este periodo muy doloroso”, ha remachado.
Por su parte, el presidente de la UMP, Jean-François Copé, ha indicado que anoche habló por teléfono con Sarkozy. “Como se puede imaginar él está en el mismo estado de incomprensión” que yo, ha señalado en declaraciones a France 2.
El vicepresidente de la UMP, Guillaume Peltier, ha denunciado “ensañamiento judicial” y el “enésimo culebrón judicial” contra Sarkozy, después de que se haya intentado implicarle en otros procesos judiciales y “no se haya encontrado nunca nada”.
Agencias