10:10 El arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, afirmó hoy que el fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel (1920-2008), fue “un psicópata” con “una doble personalidad muy marcada” y cuyos actos, condenados por el Vaticano, fueron deplorables.
En declaraciones a la emisora MVS Sandoval Íñiguez, quien según algunas fuentes suena como posible nuevo comisionado de los Legionarios de Cristo, afirmó al respecto que si el papa Benedicto XVI le nombra “con gusto” asumirá esa labor, “porque la vida de un hombre de Iglesia es la obediencia”.
Consideró que encabezar en este momento una orden como los Legionarios será para quien asuma la tarea “un trabajo muy grande, muy arduo, pesado y de mucha responsabilidad”.
Sin embargo, se mostró más partidario de que sea un jerarca católico de formación religiosa y experto en congregaciones quien encabece a los Legionarios de Cristo, no uno surgido del clero diocesano, como él.
Para el arzobispo de Guadalajara, Maciel fue “un esquizofrénico de una doble personalidad muy bien definida”, con una vida en la Iglesia y una transformación fuera de ella.
“Para mí que era un desequilibrado mental, un loco para decirlo en otras palabras”, que tuvo conductas “criminales” y que lo que hizo, “nadie lo aprueba”.
En relación con versiones de que el hoy Papa conoció las denuncias por actos contra la moral presentadas contra Maciel antes que fuera castigado, Sandoval dijo que la pederastia fue competencia hasta el año 2001 de la Congregación de Ritos, donde no estaba el entonces cardenal alemán Josep Ratzinger.
Solo en 2001 pasó a ser competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Respecto a que el difunto papa Juan Pablo II pudo haber sabido de los malos comportamientos de Maciel, Sandoval Íñiguez dijo que no lo creía cierto y que le recibía “como el fundador de una gran orden”.
“El papa no era un adivino, no sabe las conductas de todos los que están por debajo de él”, sostuvo.
Sandoval Íñiguez reconoció que con los casos de pederastia que han aflorado en los últimos meses, la Iglesia enfrenta una crisis singular, sin referentes cercanos.
Finalmente recordó que en el caso que afecta a Maciel “se trata de un mexicano”, lo que en lo personal a Sandoval le duele.
“Todos los demás fundadores de grandes órdenes son santos, o sea, salieron bien, y el único gran fundador es este mexicano y salió mal”, apuntó.
El pasado 1 de mayo el Vaticano explicó que la investigación sobre los Legionarios de Cristo, realizada por cinco obispos a lo largo de ocho meses, reveló que las denuncias por “gravísimos y objetivamente comportamientos inmorales” del padre Maciel fueron confirmadas “por testimonios incontrovertibles”.
A Maciel se le considera culpable de abusos sexuales de menores seminaristas y de llevar una doble vida, con al menos dos mujeres de las que presuntamente tuvo tres hijos.
Durante la Visita Apostólica (investigación), los obispos se reunieron personalmente con más de mil legionarios y tomaron testimonio escrito a centenares de ellos.
La Iglesia católica se comprometió a no dejar “solos” ni a los legionarios ni los miembros del movimiento Regnum Christi, formado por laicos: “la Iglesia tiene la firme voluntad de acompañarlos y ayudarlos en el camino de la purificación que les espera”.
La Congregación fundada en 1941 está establecida en 18 países y compuesta por 800 sacerdotes y 2.600 seminaristas, a los que hay que sumar 70.000 laicos del movimiento Regnum Bhristi.
MILENIO