* A partir de la indignación presidencial con las mafias que controlan las universidades públicas, si el Gobierno de Oaxaca rescata la UABJO, Alejandro Murat pasará a la historia.
* Mientras se da la posible colaboración del ex rector para salvar su pellejo, mañana jueves seguramente el Juez de Control lo vinculará a proceso al término de la audiencia respectiva.
Con la detención del ex rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) Eduardo Martínez Helmes el Jinete del Apocalipsis de la Guerra cabalga de nuevo.
La avalancha de apoyos y felicitaciones a la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción, así como las críticas y protestas por tal decisión, obligan a la reflexión pública.
De entrada, es indispensable señalar que pueblo y gobierno en general, pero de manera particular la comunidad universitaria, están obligados a salvar a la Máxima Casa de Estudios.
Evitemos su incendio con todas las graves consecuencias que ello trae consigo, división, violencia y enfrentamientos, como ha ocurrido históricamente desde finales de los 60 y 70.
Y la mayor y mejor manera de lograrlo es con la aplicación de la Ley con estricto apego al Estado de Derecho, a la presunción de inocencia y al debido proceso del ex rector detenido.
Ríos de tinta se han escrito sobre la fundada presunción de la escandalosa corrupción, sobre todo por sus evidencias públicas y notorias a la vista de todos, nada nuevas, de larga data.
La presumible corrupción es el mayor problema que pudre al Alma Mater de Oaxaca al provenir de muchos años. Salvo excepciones, salpica a los ex rectores, ex y líderes sindicales.
La escandalosa corrupción comprende un abanico de probables delitos del fuero común y federal, desvío de recursos, evasión y defraudación vía outsourcing y lavado de dinero.
A las autoridades estatales, con el apoyo de las federales, corresponde investigar y documentar la probable responsabilidad de los involucrados en el saqueo de la UABJO.
El exrector fue detenido por su presunta participación en la comisión del delito de Equiparado a la Defraudación Fiscal Agravado contra la Hacienda Estatal, por 90 millones.
Al término de su gestión, la Auditoría Superior de la Federación detectó irregularidades por 60 millones de pesos. El exrector recurrió tres veces al amparo, para evitar ser aprehendido.
Entendible políticamente, no justificable jurídicamente, que el rector Eduardo Martínez y la ex rectora Leticia Mendoza se rasguen las vestiduras y pongan el grito en el cielo a priori.
Todo parece indicar que lo hacen presuntamente más por complicidad que por convicción al pertenecer al mismo grupo político que ha impuesto un férreo cacicazgo en la rectoría.
Ambos cometen un grave error de cálculo político al pasar por alto que la decisión de detener al ex rector Eduardo Martínez tuvo que ser consultada con el Gobierno federal.
No deben olvidar la denuncia de AMLO sobre los caciques que dominan las universidades; “ellos ponen a los rectores y manejan el presupuesto a sus anchas en forma discrecional”.
Los alumnos y profesores deben meterse en esos asuntos, porque se dan casos de “mafias que dominan las universidades públicas, es lo más antidemocrático que puede haber”.
A partir de la indignación presidencial con las mafias que controlan las universidades públicas, si el Gobierno de Oaxaca rescata la UABJO, Alejandro Murat pasará a la historia.
Salvar a la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) es una necesidad y obligación imperiosa de las autoridades estatales y federales para recuperar su prestigio.
Es un crimen social y, sobre todo educativo, que cada día la otrora gloriosa universidad pública de Oaxaca se hunda en la mediocridad por el caos impuesto por la corrupción.
El Fiscal en Materia de Combate a la Corrupción, Jorge Iruegas Álvarez, no puede ser tan ingenuo y menos el Fiscal General, Arturo Peimbert, para actuar sin coordinarse entre sí.
A menos, claro, que por alguna razón siniestra, los dos traicionen al Gobierno de Alejandro Murat y pretendan desestabilizar el cierre de su administración incendiando la UABJO.
Ninguna posibilidad ni escenario es descartable en la antesala de la controvertida elección del nuevo rector, después de la controvertida gestión del rector Eduardo Martínez Bautista.
De existir la voluntad política de rescatar a la UABJO mucho ayudará que la Unidad de Inteligencia Financiera del SAT investigue las fortunas amasadas con la corrupción en esta.
El Sistema de Administración Tributaria tiene a su disposición las declaraciones del pago de impuestos de los ex rectores, dirigentes y ex dirigentes de los cinco sindicatos universitarios.
Para seguir la huella del dinero, el SAT tiene disponibles las irregularidades documentadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Por si ello no bastara, el Juez de la causa tendrá la posibilidad de ofertar una pena menor al ex rector de la UABJO Eduardo Martínez Helmes, a través del criterio de oportunidad.
Mientras se da la posible colaboración del ex rector para salvar su pellejo, mañana jueves seguramente el Juez de Control lo vinculará a proceso al término de la audiencia respectiva.
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