
Después de permanecer 17 años privado de la libertad, el fin de semana recuperó su libertad el campesino y defensor comunitario mazateco Antonino Celedonio Pineda Martínez, originario de Altamira, San José Tenango. Su salida fue recibida con muestras de solidaridad desde distintas comunidades, especialmente desde Eloxochitlán de Flores Magón, donde se enviaron mensajes de apoyo y reconocimiento a su resistencia y a la lucha de su familia.
El caso de Celedonio ha estado marcado por lo que organizaciones consideran un proceso lleno de irregularidades. El 11 de septiembre de 2024 recibió una sentencia condenatoria, misma que, de acuerdo con defensores, ya le permitía obtener beneficios legales debido al tiempo que llevaba encarcelado. Sin embargo, el Juzgado de Huautla de Jiménez impidió su liberación inmediata y envió el asunto de oficio al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca.
La Tercera Sala Penal fue la encargada de revisar la apelación, en un proceso que generó preocupación entre colectivos y defensores de derechos humanos, quienes recordaron que Antonino había ganado dos amparos sin que se hicieran plenamente efectivos. Durante este tiempo, también se denunció la existencia de intentos de fraude en su contra, por parte de personas externas que buscaban engañarlo con supuestos trámites a cambio de dinero.
Finalmente, tras casi dos décadas de prisión, la liberación del defensor indígena fue celebrada como un acto de justicia largamente esperado. Diversas organizaciones sociales y de derechos humanos hicieron un llamado a las autoridades judiciales y gubernamentales a garantizar que casos como el de Celedonio no se repitan, subrayando la importancia de respetar los derechos de los pueblos originarios y el acceso efectivo a la justicia.
“Hoy Antonino regresa a casa, pero quedan pendientes profundas deudas del sistema judicial con los pueblos indígenas”, expresaron sus compañeros y compañeras de lucha.







