El cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas alcohólicas, cerveza, tabaco y alimentos chatarra ha redituado también en las arcas de los gobiernos locales.
Los recursos que ingresan por esos impuestos forman parte, junto con otros gravámenes, de la recaudación federal participable, que es la gran bolsa de recursos que se reparte a los Estados a través del concepto de participaciones.
Con el aumento del dinero que llega por los nuevos impuestos establecidos en la reforma fiscal, los Estados han obtenido un beneficio económico secundario, pero nadadespreciable.
En el periodo enero-abril de 2015, el cobro de impuestos a bebidas alcohólicas aportó 5 mil 36 millones de pesos a la recaudación federal participable, monto 21.5 por ciento superior al registrado en igual lapso de 2014, según estadísticas de Hacienda.
Por cerveza se lograron 9 mil 490 millones de pesos, 11.1 por ciento más que el año pasado, y por tabaco fueron 14 mil 416 millones de pesos, 2.5 por ciento superior.
Pero han sido los nuevos impuestos los que más han crecido.
En la reforma fiscal de 2014, se estableció un impuesto de un peso por litro a las bebidas saborizadas y uno de 8 por ciento a los alimentos calóricos.
Hacienda detalla que por bebidas saborizadas o azucaradas ingresaron 6 mil 97 millones de pesos, monto 154.7 por ciento mayor que igual periodo del año pasado.
Y fueron 5 mil 737 millones obtenidos por el cobro de IEPS a alimentos de alta densidad calórica, 137.6 por ciento más que en el mismo periodo de 2014.
Los ingresos adicionales se reparten entre los Estados y para muchos representa una fuente de recursos extra importante, debido a la baja recaudación local que generan.
La estrategia estaba encaminada a reducir la obesidad en la población y generar más recursos para las arcas del Gobierno, aunque el mayor éxito ha sido en este último ámbito.
Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública, indicó que el IEPS a los refrescos y demás alimentos chatarra es un beneficio que muchos entidades agradecerán financieramente, de cara a los menores ingresos previstos para el próximo año.
Los ingresos petroleros que entran a la recaudación federal participable cayeron 57.7 por ciento anual en el cuatrimestre, al reportar apenas 91 mil 175 millones de pesos.
Con esta caída en el precio del petróleo y los recortes establecidos al gasto, cualquier fuente de ingresos adicional beneficia a las finanzas estatales, afirmó Cancino.
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