* Ahí está la mezquindad y ambición desmedida de Ricardo Benjamín Salinas Pliego, dueño de TV Azteca y Grupo Salinas, a quien no le importa la contingencia y obliga a sus empleados a trabajar. Para él, primero, está el negocio y después todo lo demás.
* Aquí, para “grillar” a Donato Casas, el Subdirector de los SSO, Juan Carlos Márquez Heine, generó un conflicto innecesario al gobernador Alejandro Murat, al mentirle que en el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, se habían robado 20 equipos para atender el coronavirus.
“El hombre es un lobo para el hombre” lupus est homo homini. No faltó razón al filósofo inglés del siglo XVIII Thomas Hobbes afirmarlo en su obra El Leviatán, publicada en 1651, frase extraída de la obra dramática Asinaria, del comediógrafo latino Plauto.
Así lo prueba la aparición del COVID-19. La pandemia del nuevo coronavirus ha sacado a flote las peores miserias de algunos seres humanos por su estructura corporal más que por sus sentimientos, en realidad, verdaderamente de animales salvajes, de hienas.
Al igual que el coronavirus COVID-19 las miserias de la condición humana, como la ambición y corrupción sin límite ni llenadera, al igual que las grandezas de la santidad y el heroísmo, no están sujetas a condición socioeconómica ni a edad ni sexo.
Ahí está la mezquindad y ambición desmedida de Ricardo Benjamín Salinas Pliego, dueño de TV Azteca y Grupo Salinas, a quien no le importa la contingencia y obliga a sus empleados a trabajar. Para él, primero, está el negocio y después todo lo demás.
Como prueba de ello, ya dio la orden en su televisora que todos sus empleados regresen a laborar de manera normal, sin que le importe que en su afán de lucro ponga en riesgo a la plantilla de la empresa del Ajusco.
Sus dichos de Salinas Pliego durante una reunión con los directivos del Grupo Salinas, el 25 marzo, incendiaron las redes sociales: “La vida no puede detenerse. Hay que salir a luchar para detener este tempestad económica”, dijo el empresario.
Aquí en Oaxaca, para “grillar” a Donato Casas, el Subdirector de los Servicios de Salud, Juan Carlos Márquez Heine, generó un conflicto innecesario al gobernador Alejandro Murat, al mentirle que en el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, se habían robado 20 equipos para atender el coronavirus.
Ello llevó al Mandatario Estatal a denunciar el supuesto robo, al igual que en el IMSS en el que presuntamente desaparecieron 7 ventiladores. Están investigando. “No podemos nosotros ser nuestros propios enemigos”, dijo a Betillo Cruz, en entrevista radiofónica.
La indignación de Murat chocó con la del secretario general de la Subsección 07 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTSA), Alberto Vásquez San Germán, quien solicitó al gobernador una disculpa pública ante sus señalamientos. De no ser así, advirtió que podrían parar labores.
Vásquez San Germán manifestó que pese a estas declaraciones los médicos siguen trabajando con solo el 30 por ciento de medicamentos e insumos por el bien de los pacientes, a pesar que no hay garantías para brindar su trabajo.
Asimismo, la mentira de Márquez Heine, por su ambición de tirar al titular de los SSO, obligó al Director del Hospital Aurelio Valdivieso, Ernesto Garzón Sánchez, a desmentir en una carta aclaratoria los señalamientos, “ya que hasta el momento no se ha efectuado robo alguno de equipo médico en ninguno de los servicios hospitalarios”.
“Estamos abiertos a que se realicen las investigaciones pertinentes y en caso que se detecte alguna anomalía o ilícito por parte del personal o alguna autoridad, se actué con todo el peso de la ley, ya que como autoridades hospitalarias no toleraremos cualquier hecho que atente, lesione o afecte la atención medica de la sociedad en general”, subrayó Garzón.
Al personal médico y paramédico de la institución, reiteró su más sincero agradecimiento por el invaluable apoyo que ha recibido de su parte para el desempeño de sus funciones, pero sobre todo por su entrega ética y profesional para brindar atención medica de calidad y con seguridad al pueblo oaxaqueño.
Salinas Pliego, afirmó durante la reunión con “líderes” que encabezan sus operaciones, las cuales, dijo, no pararán: “Nos han metido a todos el miedo a morir por el Covid-19… Este virus existe sin duda, pero no es de alta letalidad… como van las cosas parece que no moriremos por coronavirus, pero sí vamos a morir de hambre”.
Y es que “paralizar toda la actividad económica de tajo significa hambre“, por lo que, apuntó, las empresas de Grupo Salinas seguirán dando servicio durante las medidas sanitarias impuestas para frenar los contagios de coronavirus en el país.
El presidente de Grupo Salinas avizoró un “tsunami de destrucción del empleo” y consideró que “dentro de poco tiempo se desatará la delincuencia, la rapiña y el caos“.
Salinas Pliego señaló que en México, la inmensa mayoría de la población no vive de un sueldo, “no vive de sus ahorros, no vive del gobierno, la inmensa mayoría vive al día“.
“La vida no puede detenerse, pues hay que salir a luchar para detener este tempestad económica”, insistió, lo que fue acremente criticado en las redes sociales, lo que obligó a bajar el video.
“Hoy estamos mal, las calles vacías, todo cerrado: escuelas vacías, hoteles vacíos, restaurantes vacíos… esto no puede ser, la vida tiene que continuar”, sostuvo.
Nada nuevo en la conducta de Ricardo Benjamín Salinas Pliego, pues se le involucró en la filtración de los documentos “Panama Papers” del bufete panameño Mossack Fonseca.
Aunque en su momento aseguró que sus operaciones financieras internacionales se apegan a la ley hay la percepción generalizada que “lava dinero” en operaciones financieras en los “paraísos fiscales” internacionales.
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