* Los lugareños culpan de reavivar el conflicto en los Mixes a los profesores de la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Federico Villanueva Damián y Arturo Martínez Galván, quienes mantienen un férreo cacicazgo en San Pedro y San Pablo Ayutla.
* No es ajena la mano negra de Adelfo Regino Montes, que mece la cuna de la violencia en el conflicto étnico-religioso. El defenestrado asesor del EZLN y Director General del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y Hugo Aguilar apoyan a la activista Yásnaya Elena Aguilar Gil.
El conflicto étnico-religioso en la guerra por el agua entre San Pedro y San Pablo Ayutla y Tamazulapan del Espíritu Santo, Mixe, amenaza estallar en un enfrentamiento de graves consecuencias avivado por activistas de la Sección XXII de la CNTE.
Ello ocurre, a pesar que el pasado miércoles personal de la Comisión Estatal del Agua (CEA) en presencia de representantes de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca inició la instalación de una red de 6 pulgadas, que dotará del servicio de manera simultánea a las comunidades.
Es tan indispensable la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) que la obra hidráulica se inició en el Paraje El Manantial Meejy Ajpy, con el apoyo de ambas dependencias como parte del compromiso del Gobierno del Estado para brindar confianza y seguridad en la zona.
Los propios lugareños responsabilizan de reavivar el conflicto a los profesores de la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Federico Villanueva Damián y Arturo Martínez Galván, quienes mantienen un férreo cacicazgo en San Pedro y San Pablo Ayutla, Mixe.
El primero, Federico Villanueva, además, es propietario de pozos que surten de agua a la zona en conflicto. Asimismo, en este conflicto étnico-religioso en la guerra por el agua cobra plena vigencia la sentencia popular que detrás de todo conflicto social “hay una lana, una sotana o una fulana”.
Y la dama no es otra que la activista, investigadora y lingüista ayuujk Yásnaya Elena Aguilar Gil, quien lleva los apellidos de su madre porque su padre, el sacerdote Julián Rodríguez Medina, quien residió en Santa Cruz Matagallinas, Ayutla Mixe, colgó los hábitos y hoy es profesor en la UNAM.
Yasnaya Elena Aguilar Gil y Galdido Jiménez se presentaron como testigos de cargo en el juicio de amparo contra el Presidente Municipal de Tamazulápam, Cornelio Vásquez Nicolás, y el Agente Municipal de Tierra Blanca, Nicolasa Martínez Juliana, y que se consigna en el considerando tercero párrafo sexto, numerales 1 y 2 de la sentencia que recayó a dicho juicio, número de expediente 795/2017 del Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de Oaxaca, cuya copia publicamos.
Los oscuros intereses que pasan por el creciente narcotráfico con cultivos de amapola, el tráfico de migrantes en la zona y el tráfico de madera, conforman un coctel altamente explosivo, máxime que sus sicarios cuentan con fusiles de asalto AK-47 “cuernos de chivo” y AR-15.
En agosto de 2011, Sofía Robles Hernández, Coordinadora Ejecutiva de la Asociación Civil Servicios del Pueblo Mixe, reveló que los Mixes son la nueva ruta del tráfico de migrantes, actualmente ya no solo centroamericanos, negocio del narcotráfico.
En el conflicto étnico-religioso no es ajena la mano negra que mece la cuna de la violencia de Adelfo Regino Montes, defenestrado asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. El Director General del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) apoya a Yásnaya Elena Aguilar Gil.
El ex Secretario de Asuntos Indígenas del Gobierno de Gabino Cué incendia municipios indígenas, a través de su principal operador político Hugo Aguilar Ortiz, ex Director de Sistemas Normativos Internos (DESNI) del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).
Los involucrados cuentan con el apoyo del nuevo Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamilla, toda vez que éste, Adelfo Regino Montes y Hugo Aguilar Ortiz, sirven a los intereses de los activistas que desestabilizan y provocan ingobernabilidad en Oaxaca.
Por tal motivo, no es creíble que el ombudsman Bernardo Rodríguez Alamilla señale que esta instancia dará seguimiento puntual al acuerdo que firmaron los municipios en aras de una solución pacífica que beneficie a los habitantes de la zona.
Urge la intervención de las fuerzas armadas, toda vez que se trata de un asunto de seguridad nacional que amenaza la gobernabilidad del Estado de Oaxaca, sobre todo porque hay reportes de inteligencia sobre la presencia de grupos armados radicales en la zona.
El gozo se fue al pozo, cuando apenas nos estábamos entusiasmando con el Acuerdo de solución a la guerra por el agua entre San Pedro y San Pablo Ayutla y Tamazulapan del Espíritu Santo, Mixe.
Ingenuamente creímos que habían valido la pena las mentadas de madre por la denuncia de los involucrados hechas desde la cuenta de correo aumj48@yahoo.com.mx-cuya identidad ya investiga la Policía Federal Cibernética-, pero al parecer no fue así, porque persiste el conflicto.
Ello se desprende del desmentido del Comunicado a los Medios de Comunicación Nacionales e Internacionales de la Autoridad Municipal y Agraria de San Pedro y San Pablo Ayutla, Mixe.
Con gran tino y sobrada razón nuestro colega columnista y amigo Juan Pérez Audelo publicó en su cuenta de Twitter el Comunicado y puso el dedo en la purulenta llaga de la posible simulación.
“¿Será que el acuerdo de paz que habrían firmado Ayutla y Tamazulapan del Espíritu Santo, para dar fin al añejo conflicto del agua, fue otra farsa, sólo para la foto? Autoridades de primera comunidad lo desmienten”.
Obligado es preguntar quiénes desde las áreas de la política interna y de la seguridad pública del Gobierno del Estado juegan las contras al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa y le exhiben públicamente al mantener el conflicto para administrarlo.
Dados los multimillonarios negocios del creciente narcotráfico en la zona y el tráfico de migrantes, nada de extraño resulta que los caciques y activistas que controlan ambos negocios cuenten con cómplices al interior del Gobierno del Estado.
En tales condiciones, es indispensable que el General Juan Arturo Cordero Gómez nuevo Comandante de la VIII Región Militar tome nota de la proliferación de cultivos de amapola y tráfico de migrantes que, seguramente son utilizados como “mulas”.
No menos importante es que el nuevo responsable de la seguridad nacional tome nota de los probables responsables de impedir la solución del conflicto por la guerra del agua en la zona Mixe, máxime cuando el narcotráfico y el tráfico de migrantes, son asuntos de seguridad nacional.
En mucho ayudará que en materia de seguridad, el Jefe del Poder Ejecutivo destacó que se acordó la instalación de una Base de Operaciones Mixtas (BOM), con el propósito de brindar confianza y seguridad para quienes habitan en la zona.
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