S-22: Sin novedad en el frente (IV y último): Francisco J. Sánchez

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coyuntura“Nunca hagas preguntar

por quién doblan las campanas;

doblan por ti”.

JOHN DONNE

Poeta inglés.

 

Monterrey, Nuevo León.- La expresión más lograda de la lucha ideológica del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca se registra poco antes de 1995 con la disputa entre las corrientes sindicales por el control de la Sección 22 del SNTE y el 2006 con la integración orgánica de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), durante la revuelta popular-magisterial.

Si en un principio se privilegio la trayectoria curricular y la experiencia profesional en la burocracia educativa, el espejismo de la solvencia económica y la movilidad sindical transformaron las prioridades del docente: la lucha magisterial representaba poder, dinero y beneficios para quienes pertenecían a los grupos del movimiento y las aulas, solo eran el primer peldaño para entrar en esa competencia.

En esa coyuntura, las corrientes más radicales de izquierda tensan sus peticiones en su pliego petitorio anual ante el gobierno federal panista de Vicente Fox y estatal del priísta Ulises Ruiz Ortiz hasta el límite de los acuerdos políticos, como sucedió con la rezonificación salarial,  y que entre otros factores, derivan en el desalojo del zócalo capitalino, origen de revuelta del 2006.

Sin embargo, la aplicación del “modelo educativo para los oprimidos y los marginados” y el objetivo principal de dar educación a los hijos del obrero y el campesino, fueron sustituidos por la defensa de los derechos del pueblo y la formación de un frente de organizaciones sociales y no gubernamentales de izquierda y ultraizquierda afines a su lucha.

Así, represión gubernamental y alianzas, abren las puertas para la acción político-militar de la guerrilla, y su principal expresión, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), quienes demandan la salida del gobernador, Ulises Ruiz; de las fuerzas federales hasta la presentación inmediata de los desaparecidos y presos políticos en Atenco y Oaxaca.

En contra, el gobierno federal y estatal forman sus grupos irregulares para combatir una revuelta social y política, con repercusiones en la seguridad nacional del país, y con docenas de muertes, desaparecidos y sin castigo para los autores intelectuales y materiales, en ambos bandos.

Sin embargo, es en esos momentos de cambio, el movimiento magisterial perdió a las bases al priorizar la lucha política, el poder financiero y el control sindical por la lucha ideológica-pedagógica.

Es decir, salió del aula para ganar las calles; ocultó el rostro con pasamontañas, capucha o paliacate; cambió el gis por el palo y el libro por machete.

El maestro oaxaqueño ahora era un combatiente de la resistencia contra el gobierno opresor, que cuando le hablan de educación, suele afirmar a sus superiores: Señor, sin novedad en el frente.

Especialista en análisis y estrategia política.

Twitter: @lacoyunturamx

Correo electrónico: franciscosanchezhernandez@yahoo.com.mx