Moscú.- Rusia, Siria e Irán coincidieron hoy en que el ataque lanzado por Estados Unidos contra una base militar siria representa un acto de agresión y advirtieron a Washington sobre si lanza nuevos bombardeos a ese país árabe.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, quien recibió a sus homólogos iraníes y sirios en Moscú, denunció el ataque de la semana pasada contra Siria y advirtió que cualquier acción adicional tendría “graves consecuencias no sólo para la seguridad regional sino global”.
Estados Unidos ha culpado al gobierno sirio de haber lanzado un ataque químico mortal que mató a más de 80 personas y en represalia, lanzó un bombardeo contra una base aérea siria.
El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid al-Moallem, dio la bienvenida a los inspectores internacionales para visitar la base que Washington dijo que servía de plataforma para lanzar ataques.
Al resumir sus conversaciones con sus homólogos de Irán y Siria, Mohamad Yavad Zarif y Walid Muallem, respectivamente, el canciller ruso sostuvo que “confirmamos nuestra postura conjunta de que se trata de un acto de agresión de una burda violación de los principios del derecho internacional y de la Carta de la ONU”.
El jefe de la diplomacia rusa advirtió que el diálogo trilateral con sus colegas sirio e iraní ya se convirtió en una tradición y en esta ocasión el tema principal a tratar fueron los ataques a la base aérea siria por misiles estadounidenses el pasado 7 de abril.
Agregó que los tres países insisten en una investigación exhaustiva del uso de armas químicas en Idlib, reportó el canal ruso de noticias Sputnik.
“Insistimos en llevar a cabo una investigación exhaustiva, objetiva e imparcial de las circunstanciaras del uso de sustancias químicas en Jan Sheijun el 4 de abril”, dijo el canciller ruso.
Lavrov subrayó que la investigación debe realizarse bajo los auspicios de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
El canciller constató que la propuesta rusa para investigar la tragedia de Idlib afronta la resistencia.
“Percibimos resistencia a la propuesta sobre una investigación independiente y objetiva que se manifestó ayer en la sesión especial del Consejo Ejecutivo de la OPAQ”, dijo.
El ministro ruso aseguró que aparecen más evidencias de que el supuesto ataque químico en Idlib fue una puesta en escena.
“Aumentan las evidencias de que todo fue un montaje, me refiero al incidente con armas químicas en Idlib”, dijo Lavrov al concluir una reunión con su par iraní, Yavad Zarif, en Moscú.
El ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, reiteró que el gobierno del presidente Bashar Al-Assad está resuelto a continuar su lucha contra los terroristas.
“Reafirmo que seguiremos trabajando para limpiar el suelo sirio del terrorismo que ha cundido”, afirmó Al Mualem tras reunirse en la capital rusa con sus colegas de Irán y Rusia.
El canciller sirio calificó el encuentro tripartito de “fuerte mensaje tras la agresión estadunidense a Siria”.
En la madrugada del 7 de abril, Estados Unidos lanzó decenas de misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base aérea de Shairat, en la provincia siria de Homs.
El ataque, que provocó de cuatro a diez muertos según diversas fuentes además de destruir un radar y seis aviones de combate, fue presentado como represalia al uso de un gas tóxico en la provincia de Idlib, del que Washington culpa a Damasco.
Según Estados Unidos, los aviones sirios habían salido del aeródromo de Shairat para bombardear la localidad de Jan Sheijun donde el empleo de agentes químicos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) causó el 4 de abril más de 80 muertos.
Rusia sostiene que el ataque constituye una agresión contra un Estado soberano e insiste en una investigación imparcial de lo ocurrido en Jan Sheijun.
El gobierno de Siria, que se unió a la Convención sobre las Armas Químicas en agosto de 2013, sostiene que no empleó sustancias tóxicas contra nadie –ni en Jan Sheijun ni en cualquier otra parte– y responsabilizó de los hechos a los terroristas.
En una reciente entrevista con el periódico croata Vecernji List, Bashar Al- AsSsad estimó en más de 100 mil el número de los terroristas que siguen combatiendo en su país.
El mandatario sirio afirmó también que en el país no existe una oposición moderada, sino grupos terroristas que están vinculados a los intereses extranjeros, en particular de Arabia Saudí, Turquía y Occidente.
El conflicto armado en Siria causó entre 300 mil y 400 mil muertos y más de cinco millones de refugiados desde marzo de 2011, según la ONU.
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