El gobierno ruso advirtió ayer a Ucrania de que podría desencadenar una “guerra civil” si recurre a una acción militar en el este del país, donde activistas prorrusos ocupan desde el domingo varios edificios oficiales y donde han proclamado la República de Donetsk.
A través de un comunicado del Ministerio de Exteriores, Moscú instó a “un cese inmediato de cualquier preparativo militar, que podría llevar a una guerra civil” y reiteró que el gobierno de Vladímir Putin no se quedará de brazos cruzados, si es atacada la población rusohablante en Ucrania.
60 rehenes. Pero las autoridades ucranianas no estaban ayer dispuestas a hacer caso de las advertencias de Moscú y amenazado con recurrir a la fuerza si los manifestantes prorrusos no desalojan los edificios ni liberan a las personas que tienen retenidas.
“Si no encontramos la forma de arreglar la situación por la vía pacífica, actuaremos de acuerdo a la ley antiterrorista”, advirtió el jefe del gabinete del presidente de Ucrania, Serguéi Páshinski, quien añadió que “se han tomado medidas para trasladar a fuerzas especiales al este de Ucrania”.
Temeroso de la reacción del Kremlin, Páshinski dijo que “no hemos sacado las armas y, de acuerdo a nuestro deseo de evitar el derramamiento de sangre, hemos propuesto a los terroristas que entreguen las armas y se rindan”.
Los activistas prorrusos controlan desde hace dos días la sede del Gobierno regional en Donetsk y la oficina del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, antiguo KGB) en Lugansk.
En este último edificio, los ocupantes “han plantado minas y mantienen a unos 60 ciudadanos como rehenes, a los que no dejan salir para regresar a sus casas”, denunció el SBU en un comunicado.
“Mercenarios de EU”. Para complicar más este panorama prebélico, la cancillería rusa apuntó directamente contra Estados Unidos, país al que acusó de estar ya interviniendo sobre el terreno en favor de Kiev.
“Estamos particularmente preocupados de la operación implique a unos 150 mercenarios estadounidenses de la compañía privada Greystone, vestidos con el uniforme de la unidad de las fuerzas especiales de la Sokol [policía ucraniana]”, precisó el departamento que dirige Sergei Lavrov.
“Agentes rusos”. En el otro extremo, el secretario de Estado de EU, John Kerry, denunció ayer que hay “agentes rusos” infiltrado entre los manifestantes prorrusos que desafían a Kiev desde el este de Ucrania, y advirtió al presidente ruso, Vladímir Putin” que Washington y la OTAN considerarían una agresión otra intervención militar rusa, como la que acabó con la anexión de Crimea a Rusia, por lo que, en caso de ocurrir, “habrá consecuencias”.
Agencias