Ruiz contra Solalinde; dos misioneros itinerantes: Moisés MOLINA

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“Misionero itinerante”, creo que fueron las palabras exactas con las que el aún recordado, Don Bartolomé Carrasco Briseño, bautizó al polémico PADRE SOLALINDE.

Más en el mundo terrenal que en el contemplativo Reino De Dios; omnipresente en fenómenos políticos de conflictiva  social, el misionero Mexiquense, ha ganado fama, -y fortuna- dicen algunos malos Cristianos, siendo indiscutible referente del DISCURSO ANTI SISTEMA.

SOLALINDE ES, COMO MUCHOS DE NUESTRO PASADO Y NUESTRO PRESENTE, UN TEÓLOGO DE LA LIBERACIÓN, como aquel que siempre, siempre llevaba EL TARTUFO bajo el brazo. Y no estoy comparando. Cada uno en su dimensión.

Aquel que -con o sin razón- dilapida gobiernos, promueve candidaturas a cargos de elección popular sin que Gobernación ni nadie haga valer la ley, porque aunque seguramente no parezca, todos sus actos pudieran ser conforme a DERECHO.

Invita políticos, preferentemente gobernadores electos o candidatos  en campaña, a su casa dos días (tienen que ser dos días, porque si no, que ni le dirijan la palabra, ni para invitarle un café, de buena fe).

Esa casa de  Ixtepec, pueblo del Istmo de TEHUANTEPEC en Oaxaca, que convirtió en Oasis y donde decidió echar raíces, para dedicarse desde hace más años que los necesarios para tener uso de razón, para algunos, como yo, a lo que es su más grande ministerio: la defensa de los migrantes que pagan en el sur, todo lo que los nuestros, los mexicanos, pagan al querer cruzar el desierto o las impredecibles y ya legendarias aguas Del Río Bravo.

¿Por qué a los que logran entrar de la frontera sur a nuestro país y no a los nuestros?

 Tengo claro que existe una Declaración Universal de los Derechos Humanos, que, aunque de corte liberal, protege, junto con nuestro primer artículo constitucional federal Mexicano, a todos, TODOS, por igual.

 Al albergue, los que tienen la gracia de llegar, lo hacen con una historia, siempre de tragedia atrás. Lo que pasan en “La Bestia”, es nada para ellos.

Razones personales. Quiero imaginar. No lo sé de cierto. Algún primer testimonio que habrían llenado de lágrimas sus ojos ante el maltrato de los migrantes sureños, por parte de autoridades mexicanas limítrofes y los relatos de aquellos primeros que, con una mano en el evangelio y la otra bien  asida,  en algún lugar de su indumentaria blanca, siempre pulcramente blanca o -para no escandalizar corazones piadosos; con la mano izquierda asida siempre a su inseparable crucifijo.

No me interesa ser anatematizado, aún a pesar de ser católico por herencia, bautizado, graduado de mi primera comunión y ,al mismo tiempo,  como escribió para la Revista Nexos, Norberto Bobbio, “Laico Moderno”.

De blanco, siempre de blanco, reparte por igual las semillas del evangelio entre quienes siguen vivos y sigue  adelante gracias a su Fe; aunque de repente se de su escapada a echar discurso con los candidatos de la tómbola, porque así se lo pida su amigo a quien no  por nada le llaman el mesías tropical.

Esto que tiene ante sus ojos, querido lector, es un ARTÍCULO DE OPINIÓN. Imposible ser completamente objetivo o imparcial, como si lo hubiera escrito inmediatamente después de nacido.

Traemos una carga valorativa a cuestas. Si no, ¿De dónde?

Le confieso sin hipocresías que una parte de mí está con Solalinde y la otra no.

No me escudo cobardemente en la tolerancia; vocablo que debe usarse con cuidado y con pleno uso de Razón y de conciencia.

Un ex gobernador fuera de sí, le llamó LADRÓN. Y ni siquiera tomó un lápiz para marcar con puño y letra. Solalinde solo le mereció uno o dos tweets.

Hoy Solalinde,, para beneplácito mío y de una gran mayoría de mexicanos, no solo Oaxaqueños, es CANDIDATO AL NOBEL DE LA PAZ. Su postulación fue aceptada por la ACADEMIA SUECA y ¿Sabe qué? ESTOY CON ÉL, asido al IMPERATIVO CATEGÓRICO DE KANT.

Ojalá lo honren. No por ser mexicano, sino porque una, una sola vida que haya salvado, es más que suficiente para merecer ese y cualquiera otra distinción.

Algo me dice, que de concretarse, allá donde Ulises no tiene INFLUENCIAS, de vuelta a Ixtepec, seguirá como si nada hubiera pasado.

Pero algo grande pasaría: estaría inaugurando un nuevo paradigma, no de trato, sino de visión del migrante en harapos; de aquel cuyos hijos no tendrán que volver a pasar todo el dolor y el sufrimiento… hasta la muerte, buscando vestido, casa y sustento que en sus países no encuentran y sería el más decidido CONTRALOR de un loco que quiere hacer como presidente de su ya de por sí, poderoso país, más poderoso aún, encerrándolo en si mismo con barreras materiales artificiales, sin importar las consecuencias ecológicas y embistiendo groseramente a quien tenga que embestir físicamente, sí con su adiposa corpulencia, para ir hasta adelante y exigir estar siempre en medio de la foto..

Como JEFE DEL MUNDO , en su trastornada COMUNICACIÓN NO VERBAL.

Independiente de las fallas sistémicas, los recovecos legales que a Solalinde le busquen para hacer lo que quiera, como quiera y en donde quiera, siempre pensando en los migrantes, debemos estar orgullosos.

A sus 42 años en 1998, Jesús León Santos, indígena Mixteco Oaxaqueño, ganó el equivalente al NOBEL DE ECOLOGÍA, que injustamente no existe como tal, por qué su importancia comenzó a reconocerse en la década de los 60’s y que ha cobrado auge, ante el permanente activismo de creen peace, Al Gore y la invitación tácitamente hecha a Barack  Obama, cuando, sin rubor, Trump espetó que EL CALENTAMIENTO GLOBAL NO EXISTE y tomó parte importante de esa partida presupuestal para más armamento.

El nombre de la distinción  equivalente  es “Premio Ambiental Goldman” creado en 1990 por dos generosos filántropos y activistas cívicos Estadounidenses, Richard N. Goldman y su esposa Rhoda H. Goldman.

Si algo sobra en esta bendita tierra es talento, pero también mucha perversidad, que tiene su origen en el poder, el dinero o el ego, aunque mucha gente tenga que morir.

¿Le parecen a usted coincidencia los recientes feminicidios en Oaxaca en el díaNaranja?

SOLALINDE lo dijo categórico en agosto de 2016: “Ulises Ruiz tiene actualmente escuadrones de la muerte en Oaxaca”.

No sé con qué propósito, envalentonado y fuera de sí, poco antes, el 20 de julio de 2016, Ulises Ruiz asumido en autoridad religiosa le envió un tweet:

“mentiroso @solalinde se acabo los 12 millones q sustrajo d la fraudulenta comisión d la verdad ahora quiere ser mediador,otra lanilla cínico”

Un candidato al Nobel que dice no tener miedo a la muerte, contra un ex gobernador asido a una tabla salvadora,  sobre quien pesaba también una demanda de Juicio Político en el congreso federal y que de un plumazo desecharon los legisladores, no porque hayan resultado falsas las imputaciones que se le hacían para procesarlo penalmente, sino por la parsimoniosa complacencia de nuestros Diputados Federales so pretexto de las reformas que parieron al Sistema Acusatorio Adversarial. Lo mandaron al cesto de basura con 300 más.

Creo que el ex gobernador debe recuperar el juicio y la vergüenza. Le dieron tarea diaria, sobre la cual tiene que rendir cuentas a un nuevo amo, en busca de tontos útiles, pidiendo lo que él no concedió a su militancia cuando se lo pidieron siendo aún gobernador de Oaxaca y con Gabino ya como gobernador electo.

Es mi opinión -usted tendrá la suya- debería estar preparando algún tipo de defensa ante instancias nacionales e internacionales, porque el Padre Solalinde no va a aceptar un “usted disculpe”.

Revise usted ambas cuentas de Twitter : @padresolalinde y @ulisesruizo. Dígame si no parece un ateo contra el Papa. Revíselas antes de calificarlo como ocurrencia.

Sin credibilidad, corrido por la militancia de su partido de algunos estados como Chiapas e inservible para Manlio, va a terminar como alma en pena, expulsado de su partido y como ciudadano común, siempre bajo la sombra de Padre Solalinde, a quien le deseo, como oaxaqueño, el mayor de los éxitos siempre que se circunscriba a la loable y cada vez más complicada labor de defensa de los Derechos humanos de los migrantes.

¿Quién es el principal enemigo de Ruiz, después de Ruiz? Así es: El padre Solalinde.

La más notable de las diferencias entre el antiguo y el Nuevo Testamento es la imagen de un Dios amoroso y otro castigador.

@moisesmolina