Rufino Tamayo: un oaxaqueño de excepción: Raúl Castellanos

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La ciudad de Oaxaca está próxima a celebrar el 485 aniversario de su fundación. En su regazo han nacido o se han desarrollado personajes que han honrado su linaje por su aportación a la vida política de México: Benito Juárez, Porfirio Díaz, los hermanos Flores Magón, José Vasconcelos, Valerio Trujano, Margarita Maza, Matías Romero, Andrés Henestrosa, Natalia Toledo, Macedonio Alcalá, José López Alavéz, Jesús Rasgado, Álvaro Carrillo, entre muchos más que han partido.

Destacan, sin duda, los creadores gráficos. Rodolfo Nieto, de él Fernando Gamboa dijo “la figura humana y la línea grafica, el sentir y la invención, la realidad y la ficción están entretejidas en sus lienzos” Rodolfo Morales, con sus oleos, gráfica y collages plasma la belleza popular, a través de sus mujeres, novias y ángeles. Juan Alcázar, pintor y grabador, promotor cultural incansable. Xolox sus obras en técnica pastel en especial sus bodegones son únicos. Para los ausentes y para los que aún nos regalan sus obras permanentemente, cuya lista es inacabable, para todos ellos admiración por siempre.

Rufino Tamayo, a quien hoy queremos recordar y en su evocación comenzar a rendir homenaje a esa ciudad mágica, eterna, en la que, como diría otro poeta es “la tierra donde nací y en donde están mis amores”.

Tamayo nació un 25 de agosto de 1899 en la calle de Cosijopí 219 del Centro Histórico de Oaxaca. A su tierra natal le dejó como herencia su extraordinaria colección de piezas prehispánicas que se exhiben en el Museo de Arte que lleva su nombre, inaugurado el 29 de enero de 1974; le quedó a deber –dicen- el mural que nunca llegó a pintar en el Palacio de Gobierno –o varios otros lugares que se mencionaron en la época- por “razones políticas” –no se llevaba “bien” con los gobernadores en turno y viceversa- aunque otras voces dicen que Olga, su esposa, fue quien siempre se opuso.

Paradojas de la vida, Tamayo es uno de los tantos oaxaqueños que no alcanzaron a ser profetas en su tierra; en cambio, logró el reconocimiento universal. De su arte se dicen muchas cosas, recordemos algunas: “A lo largo del siglo XX, conjugó en su obra la influencia del arte prehispánico con las vanguardias internacionales. Sus piezas están marcadas por el color, la perspectiva, la armonía y la textura de ambas”, postuló Juan Carlos Pereda, Subdirector de curaduría del Museo de Arte Contemporáneo. Concluye afirmando que Tamayo “es un pintor de profundidades mexicanas; un pintor que no necesariamente pinta escenas de folklor, costumbristas o indigenistas, sino más bien lo hace desde ahí, desde ser él mismo, una gente que asume su herencia y luego la enriquece, la pone a dialogar con expresiones tremendamente sofisticadas, como Matisse, Picasso, Miró, con toda la vanguardia internacional”.

“Sus obras tienen un mensaje cifrado, un tiempo y un espacio atemporal, indefinido, que son valores que las convierten en contemporáneas. El color y la textura, los rasgos plásticos de Tamayo, son rasgos de una pintura siempre moderna y siempre arcaica. Usa la densidad del color y la calidez de la textura en diferentes medios y técnicas, óleo, temple, grabado, dibujo, mural, mixografía, acuarela, litografía, vitral, recupera el sentido primigenio de la creación plástica, la geografía acotada al cuadro, cala en los orígenes de la pintura a fin de descubrir, una vez más, la autonomía de la figura, la independencia de la composición, la libertad del color, por encima de cualquier significado mediático”, afirma Luis Ignacio Sáinz.

Xavier Villaurrutia, apunta “no compone por acumulación, sino por selección y porque no le arredran los espacios desnudos, que, en su caso, nunca son espacios vacíos, puesto que, en virtud de una pincelada siempre significativa, el color sigue viviendo en ellos con una vibración que es un goce para la vista y que instala al mismo tiempo a las figuras del cuadro dentro una atmósfera y en una compleja y poética duración”.

Tamayo pintó más de 1300 óleos, incluyendo 20 retratos de Olga, realizó 465 obras gráficas, sus murales se encuentran lo mismo en el Palacio de Bellas Artes que en la sede de la Unesco en París, recibió el Gran Premio de Pintura de la II Bienal de Sao Paulo, fue nombrado Comendador de la República Italiana, en España recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Senado mexicano le concedió la Medalla Belisario Domínguez. También es Hijo Predilecto de Oaxaca.

Es viernes. ¡Hoy toca! Diría Germán Dehesa.

¿Alguien puede asegurar que esto ya está decidido ?

RAÚL CASTELLANOS / @rcastellanosh