La coalición que apoya a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, perdió espacio pero mantendrá su mayoría parlamentaria absoluta en la próxima legislatura, según los resultados de las elecciones del domingo divulgados por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
En las elecciones presidenciales del domingo, Rousseff recibió el 41,5 % de los votos y el socialdemócrata Aécio Neves el 33,5 %, por lo que ambos se disputarán una segunda vuelta, que se celebrará el próximo día 26.
Los partidos afines a Rousseff controlarán tanto la Cámara de Diputados como el Senado, según los resultados oficiales, que podrían sufrir algunas ligeras alteraciones en función de decisiones de la justicia electoral pendientes sobre algunos candidatos, que aún pudieran ser inhabilitados.
En la Cámara de Diputados, los nueve partidos que apoyan la candidatura de Rousseff a la reelección sumaron 294 diputados, más de la mitad de los 513 escaños.
El Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff fue el más votado y obtuvo 70 diputados, pero perdió 16 con respecto a la actual composición de la cámara baja.
La segunda mayor bancada a partir del próximo 1 de enero será la del oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que tendrá 66 escaños.
El descenso de la bancada de los partidos mayoritarios se compensó en parte con el fortalecimiento de otros menores y de reciente fundación.
La Cámara de los Diputados estará más fragmentada y contará con la representación de 28 partidos políticos, seis más que en la actualidad.
El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del candidato opositor Aécio Neves sumó diez diputados y avanzó hasta los 54, con lo que se convierte en la tercera fuerza.
En el Senado hubo pocos cambios y el PMDB se mantuvo como la principal fuerza aunque perdió un escaño y se situó en 18, mientras que el PT también cedió un senador y terminó con 12.
En las elecciones se renovó un tercio del Senado (27 escaños) debido a que los otros 54 legisladores que componen la cámara alta aún tienen cuatro años de mandato.
La formación que más creció fue el Partido Socialista Brasileño (PSB), que ganó tres y pasará a contar con siete representantes, entre ellos el exfutbolista Romario de Souza Faría
¿Todos contra Dilma?
Neves aseguró que representa “la esperanza de cambio” en un segundo turno y ya llamó al Partido Socialista de Eduardo Campos, fallecido en un accidente aéreo en agosto y reemplazado por Marina Silva, a “unir fuerzas” para derrotar a Rousseff y al PT.
“Es hora de unir nuestras fuerzas. Mi candidatura no es más la candidatura de un partido político, o de un conjunto de alianzas. Es un sentimiento más puro, de todos los brasileños que aún tienen la capacidad de indignarse”, afirmó Neves, del opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).
“Un gobierno con decencia y eficiencia”, propuso Neves, que fustiga a Rousseff por dos frentes: los escándalos de corrupción vinculados al PT y el pobre desempeño económico de los últimos cuatro años, con una inflación cercana a 6,5%.
La ecologista Silva, que recolectó caucho en la Amazonia en su infancia, fue alfabetizada a los 16 años y venció la pobreza para convertirse en senadora y ministra de Medio Ambiente, dejó en suspenso su decisión de apoyar a Neves, aunque aseguró que el resultado de la elección muestra que Brasil “claramente no concuerda con lo que hay” en el presente.