*¡Bienvenido el combate a la corrupción por el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, siempre y cuando sea realmente eficaz, eficiente, generalizado y, sobre todo, a fondo!
* Salvo escasas excepciones, hasta ahora la aplicación de la justicia a los delincuentes de “cuello blanco”, se sigue realizando de manera selectiva como instrumento de simple venganza política.
¡Bienvenido el combate a la corrupción por el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, siempre y cuando sea realmente eficaz, eficiente, generalizado y, sobre todo, a fondo!
Ciertamente, la inmensa mayoría de los mexicanos en general y en particular los oaxaqueños estamos hartos de la sempiterna corrupción cada vez más escandalosa, sin llenadera alguna.
En Oaxaca hemos sido víctimas del saqueo sin límite a lo largo del último medio siglo. No es nada nueva la corrupción entre los oaxaqueños, pero cada sexenio rompe precedentes históricos.
El encarcelamiento de Rosario Robles amenaza convertirse en una tragicomedia más en México.
El dilema a dilucidar es, si realmente se trata de un acto de justicia o de otra venganza política.
Salvo escasas excepciones, hasta ahora la aplicación de la justicia a los delincuentes de “cuello blanco”, se sigue realizando de manera selectiva como instrumento de simple venganza política.
Los enredos van desde el protagonismo del Zar Anticorrupción Santiago Nieto hasta los mentís a éste por el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre otra investigación contra la inculpada.
El Primer Mandatario indicó durante la mañanera que no existe otra investigación de su gobierno en contra de Rosario Robles, luego de las declaraciones de ayer de Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, que confirmó que se prepara una nueva denuncia.
Entendible, jamás justificable, que probablemente por móviles de venganza política contra Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, se utilice a Rosario Robles como “chivo expiatorio”.
No hay que pasar por alto que el Presidente López Obrador es sumamente rencoroso y tiene agravios políticos pendientes de cobrar contra el villano favorito Carlos Salinas y Rosario Robles.
En marzo de 2004 el periodista Víctor Trujillo, Brozo, difundió un video en el que se observaba a Carlos Ahumada, quien en ese tiempo era pareja sentimental de Rosario Robles, mientras entregaba mucho dinero a René Bejarano, entonces secretario particular de López Obrador en su gestión al frente del gobierno del Distrito Federal (ahora CDMX).
Juan Collado, el abogado de Enrique Peña Nieto y Carlos Antonio Romero Deschamps que ahora se encuentra preso, le mostró los videos de corrupción del equipo lopezobradorista, especialmente de René Bejarano, al panista Diego Fernández de Cevallos y éste, a su vez, los mostró a Carlos Salinas.
Antes que se difundiera el videoescándalo, sabían de su existencia el expresidente Carlos Salinas de Gortari; el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel; el Procurador General de la República Rafael Macedo de la Concha y el presidente en ese sexenio, Vicente Fox.
El innombrable es la correa de transmisión que une a Rosario Robles con el empresario constructor argentino Carlos Ahumada y al ex presidente Enrique Peña Nieto. Todo lleva a Salinas.
Por cierto, no hay que olvidar que también existe un video de Carlos Ahumada con el ex gobernador Gabino Cué, como resultado del cabildeo de Jorge Enrique Castillo Díaz para que financiara su primera campaña a la gobernación de Oaxaca en 2004.
De esta manera, al igual que en muchos otros asuntos nacionales hay varios oaxaqueños involucrados con Carlos Ahumada, con Rosario Robles y con los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari.
El Juez de Control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna también solicitó a la Fiscalía General de la República (FGR) aclarar si el ex Presidente Peña Nieto, y José Antonio Meade, ex titular de Hacienda (SHCP), incurrieron en omisiones en los desvíos millonarios detectados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la Sedesol y la Sedatu durante la pasada Administración.
Los Pepes Meade Kuribreña y González Anaya, se reunieron este martes, de manera informal y sin agenda, con el titular de la Secretaría de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez aunque horas antes lo había negado.
Llama la atención el contraste del procedimiento en el caso de Rosario Robles con la denuncia por la no menos escandalosa corrupción en el caso de la empresa constructora brasileña Odebrecht la compra a sobreprecio de la empresa Fertinal por parte de Petróleos Mexicanos, que involucra al prófugo Emilio Lozoya Austin.
El caso en cuestión no solo tiene un tratamiento jurídico diferente, sino que a diferencia del caso de Rosario Robles, prácticamente sigue archivado al no presentar avances significativos.
Más preocupante es la actuación por consigna política del juez del caso al presuntamente violar las disposiciones de la presunción de inocencia, establecida por el nuevo sistema de justicia penal.
Aquí cabe hacer una pregunta obligada por el pésimo precedente negativo que sienta y su trascendencia futura. ¿Es válido, legítimo y lícito, violar la ley para pretender hacer justicia?
El nuevo Sistema Penal Acusatorio está hecho para que prevalezca la presunción de inocencia. Ante cualquier duda razonable de culpabilidad, el juez no puede meter en prisión al acusado.
Debe probar hasta eliminar cualquier duda respecto de la inocencia del inculpado. Ese fue el espíritu de la reforma. Es altamente negativo que el espíritu del Estado de Derecho sea vulnerado.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila