Pese a las expectativas de un frágil crecimiento económico, la azarosa situación financiera y productiva de la vital petrolera estatal y la incertidumbre sobre futuras decisiones gubernamentales, el riesgo país de México bajó este mes a su menor nivel desde 2014.
Según expertos, se debe a una rígida disciplina fiscal con una fuerte restricción al gasto público, la inflación a raya y a un ingente refinanciamiento de pasivos de la endeudada Pemex, lo que ha alejado la posibilidad de impagos por parte de la segunda mayor economía de América Latina.
En lo externo ha ayudado una disminución de riesgo y tasas a nivel global, menores tensiones comerciales con Estados Unidos, y una mejor posición de México frente a otros países emergentes donde han ocurrido estallidos sociales.
Así, los Credit Default Swaps (CDS) -un seguro contra impagos de deuda- de México a cinco años bajaron en días pasados hasta 75 puntos base, lo que representa 7,500 dólares para asegurar un millón de dólares en bonos soberanos mexicanos. El lunes repuntaron levemente a 81 unidades.
La última vez que se vieron niveles similares fue durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto quien emprendió varias reformas que le valieron una foto de portada en la revista Time, con el titular “Saving Mexico”, y un resonado artículo en The Economist, titulado “Mexico’s Moment”. Durante su sexenio, el CDS a cinco años fluctuó entre 64 y 230 puntos.
“Una estabilidad de la proporción deuda/PIB, una inflación contenida, un banco central con buena reputación y un gobierno siendo fiscalmente disciplinado” han hecho que la deuda de México se torne muy atractiva y con bajo riesgo, dijo José Luis Ortega, director de inversiones en deuda de BlackRock.
La contracción en las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense ha hecho descender a las tasas en dólares de la deuda soberana mexicana, lo que también ayudó a bajar el riesgo país, agregó el especialista.
Además, el gobierno espera bajar el ratio deuda/PIB (Producto Interno Bruto) a aproximadamente un 45% en el 2020, luego de rozar el 50% en 2016, y seguir apoyando a la petrolera Pemex, bajo escrutinio de las calificadoras de riesgo, y cuya nota crediticia está fuertemente ligada a la calificación de la deuda soberan.
“Después de la publicación del Paquete Económico (presupuesto) para 2020 (…) y medidas para refinanciar la deuda de Pemex en los mercados internacionales, las primas de riesgo de crédito se ajustaron a la baja”, destacó la Junta de Gobierno del Banco de México en su reporte de estabilidad financiera a inicio de mes.
Riesgo latente
El riesgo crediticio no siempre ha favorecido al actual gobierno. El CDS llegó a su peor nivel, de 147 puntos, en diciembre de 2018, semanas después de la polémica cancelación de un monumental aeropuerto para la capital del país que hundió a los mercados locales y minó la confianza de los inversores.
Pero el presidente prometió pagar las deudas asociadas a la obra en marcha y decidió ampliar un aeropuerto militar, una decisión aún controvertida.
Frente a otros países emergentes, el riesgo país de México también está en su mejor posición desde 2014.
El diferencial entre el CDS de México a cinco años y el índice referencial CDX Emerging Markets calculado por Markit -que toma en cuenta 15 economías en vías de desarrollo- se ubica en 20 puntos base a favor de México, su mejor nivel desde octubre de 2014.
“La historia de México no luce tan pesimista frente a otros países de América Latina. Hay tensiones sociales en otros países y las tasas reales en México son muy atractivas”, dijo Alexis Milo, economista de México para HSBC.
Otra medida de riesgo país, como el índice JPMorgan EMBI Global Diversified, también bajó en el último año, y marcó el viernes para México 295 unidades frente a 211 para Brasil, 326 para Sudáfrica y 405 para Turquía. Argentina tiene uno de los niveles más altos de este indicador, con 1,929 puntos.
Hacia el futuro, el mayor temor de los inversionistas radica en las decisiones del actual gobierno, según una encuesta reciente de Bank of America (BofA), en la que más del 50% aludió a ese factor como el mayor riesgo para el país.
Medidas como la cancelación del aeropuerto, la construcción de una refinería en el sureste del país y un proyecto para construir un tren turístico han sido algunas de las decisiones de López Obrador más criticadas, así como la cancelación indefinida de licitaciones petroleras multimillonarias cuando México lucha por mantener su declinante producción de crudo.
Y la cuenta no para allí. Una desaceleración en Estados Unidos, la posibilidad de que ese país imponga a México nuevos aranceles y una rebaja a la nota crediticia de Pemex, fueron otros riesgos mencionados en la encuesta de BofA.
México debe cuidar variables macroeconómicas porque “el riesgo país es una medida multidimensional”, dijo Jessica Roldán, economista en jefe de Casa de Bolsa Finamex.
“La expectativa de crecimiento, por ejemplo, influye porque está ligada con los ingresos del Gobierno y con la capacidad de hacer frente a sus responsabilidades futuras”, agregó.
Forbes