Argelia dio ayer por terminado el asalto militar ante el secuestro masivo de empleados en una planta gasística cerca de Ain Amenas, en el sureste del país. El último balance, proporcionado por fuentes militares argelinas a la agencia Reuters, es de 30 rehenes muertos, de los cuales al menos siete son extranjeros, entre los que estarían dos japoneses, dos británicos y un francés.
El ministro de Comunicación, Mohamed Said, informó además que los terroristas, de distintas nacionalidades, procedían de Libia y que por lo menos 11 de ellos, entre los que se encontraba el líder de la célula, Abu al Baraa, fueron abatidos.
Según la agencia estatal APS, la intervención militar se prolongó durante todo el jueves (en dos fases diferentes), pero no logró liberar completamente la planta. Las instalaciones siguen rodeadas, pues los islamistas se habrían hecho fuertes en la zona residencial del complejo, donde mantendrían un número indeterminado de rehenes.
El portavoz de los milicianos confirmó que Abu al Baraa, el líder de los secuestradores, también murió en el ataque aéreo. Advirtió que los milicianos matarían a los rehenes sobrevivientes (incluidos al menos tres belgas, dos estadounidenses, un británico y un japonés) si el Ejército argelino se acercaba.
La operación
Helicópteros y fuerzas especiales argelinas tomaron por asalto la planta ubicada en el desierto del Sahara para matar o capturar a los milicianos islamistas y liberar a decenas de extranjeros de por lo menos 10 países.
Las afirmaciones contrapuestas de las fuerzas militares y los milicianos no dejaban ver con claridad los pormenores de un incidente que enfureció a varios líderes de Occidente, elevó los precios del petróleo en todo el mundo y complicó la operación militar internacional en Malí.
El Gobierno militar argelino, endurecido por décadas de combates con milicianos islamistas, hizo caso omiso de las ofertas de ayuda extranjera y se enfiló solo.
Con el drama de los rehenes en su segundo día el jueves, las fuerzas de seguridad argelinas avanzaron, primero con disparos desde helicópteros y posteriormente con fuerzas especiales, de acuerdo con diplomáticos, una página de internet cercana a los milicianos y un funcionario de seguridad de Argelia.
El Gobierno de Argelia informó que se vio obligado a intervenir ante la terquedad de los milicianos y su deseo de escapar llevándose a los rehenes.
Los milicianos —encabezados por una rama con base en Malí de la red Al Qaida conocida como la “Brigada Enmascarada”— sufrieron varias bajas en la incursión militar del jueves, pero tuvieron éxito al ganar un público global.
Los milicianos, que habían dicho que su ataque a la planta era en represalia por la intervención francesa en la vecina Malí, atacaron el miércoles el complejo de Ain Amenas, ocuparon las instalaciones y tomaron a decenas de trabajadores como rehenes.
Hollande defiende ofensiva en Malí
La crisis de los rehenes en Argelia demuestra que la intervención francesa en Mali es justificada, dijo el presidente francés François Hollande, después de que sus aliados de la Unión Europea acordaran el envío de una misión para formar al Ejército maliense contra los rebeldes vinculados con Al Qaeda que controlan el norte del país.
Hollande dijo que los acontecimientos parecen haber dado un giro “dramático” en la planta de gas en el desértico sur de Argelia, pero que aún no tenía información suficiente para realizar una evaluación adecuada de la situación.
Sin embargo, el ministro de Exteriores de Malí, Tieman Coulibaly, afirmó que el secuestro de trabajadores en Argelia no está relacionado con el conflicto en su país.
Agregó que los secuestradores forman parte de “fuerzas oscurantistas yihadistas” que se dedican al narcotráfico internacional y están instaladas en toda la región subsahariana.
Refuerzos
Francia confirmó ayer que un total de mil 400 soldados franceses participan ya en los combates contra los grupos islamistas armados en Malí, y se espera que en las próximas horas se sumen militares nigerianos y chadianos.
El incremento de las tropas galas, que se prevé llegará a 2 mil 500 efectivos, fue dado a conocer este jueves, a siete días de que comenzó la intervención militar de Francia, que ha recibido una ayuda limitada por parte de la comunidad internacional.
Sólo Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Dinamarca, Italia y España han ofrecido apoyo logístico (aviones para transporte de tropas) al esfuerzo de Francia por apoyar a Malí en la contención de los grupos islamistas.
Agencias
