17:24 Elementos de la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos en Contra de Migrantes rescataron a ocho mujeres hondureñas y detuvieron a tres de sus explotadores sexuales integrantes de una banda internacional dedicado a la trata de personas.
La liberación de las centroamericanas se realizó durante un operativo sorpresa en el bar ‘Titanic’, ubicado en el poblado de San Gregorio Chamic, a unos 45 kilómetros de la frontera con Guatemala, derivado de una investigación que realizó la Fiscalía de Chiapas luego de rescatar el mes pasado a dos hondureñas que denunciaron haber sido obligadas a prostituirse en ese antro.
De acuerdo al testimonio de las afectadas, la hondureña Karen Julissa Salcedillo, pareja de Ricardo Pinto López y Yasmin “N”, detenidos por la fiscalía, se encargaban de viajar al Puerto La Ceiba, Honduras para reclutar con engaños a las jóvenes.
En el bar, las migrantes eran obligadas a consumir bebidas alcohólicas por un pago de 15 pesos por cerveza y a sostener relaciones sexuales con los clientes a quienes los explotadores cobraban de doscientos a quinientos pesos.
Según las denunciantes en el bar eran explotadas una docena de mujeres guatemaltecas, salvadoreñas y hondureñas, quienes lograron escapar en un descuido de sus captores.
Abundaron que en algunas ocasiones los explotadores les proporcionaban algo de dinero que no rebasaba los dos mil pesos.
Por esos hechos, Julissa Salcedillo, Ricardo Pinto López y Yasmin “N”, fueron encarcelados en el reclusorio de Motozintla, ubicado en la Sierra Madre de Chiapas.
Dos, de las ocho hondureñas que aceptaron presentar la denuncia en contra de sus explotadores, quedaron bajo la protección del gobierno de México y el resto repatriadas a sus país de origen.
Cada año, decenas de menores y adolescentes centroamericanas son traídas mediante engaños o secuestradas por bandas internacionales dedicadas a la trata, para obligarlas a prostituirse en bares, centros nocturnos, casas de citas, lugares disfrazados como restaurantes, hoteles, salas de masaje y agencias de edecanes en ciudades fronterizas de Chiapas.
De acuerdo a un estudio de la red que trabaja para eliminar la prostitución y pornografía infantil, así como el tráfico de niños y niñas con propósitos sexuales (ECPAT por sus siglas en ingles), con sede en Guatemala, centenares de esas mujeres son concentradas en la frontera con México, principalmente en los municipios de Tecún Umán y Malacatán, en el departamento de San Marcos; pero algunas veces, las trasladan a poblados fronterizos de Chiapas como Huixtla, Comitán, Frontera Comalapa, Cacahoatán, Ciudad Hidalgo y Tapachula.
Esta frontera con Guatemala es una de las áreas donde más se comete la trata de personas, y Tapachula es el lugar donde se inicia la ruta de la venta, hacía varios destinos, como el Distrito Federal, Veracruz, Tamaulipas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora-, hasta llegar a los Estados Unidos, según el estudio.
El año pasado, Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) instaló en esta ciudad el quinto Comité Regional contra la Trata de Personas, el cual busca combatir esta industria delictiva que deja ganancias de 32 mil millones de dólares anuales.
Chiapas cuenta con una legislación especifica antitrata en que se refiere a la parte de la prevención, de la persecución del delito y a la parte de la protección y reinserción de las victimas.
EL UNIVERSAL