Repunte de petroprecios genera extra para México de $210 mil 290 millones

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El repunte en los precios del petróleo a escala internacional tiene dos efectos para México. Por un lado, las finanzas públicas se benefician parcialmente al obtenerse mayores ingresos, pero en contraste significa una pérdida de poder adquisitivo para los consumidores al traducirse en mayores presiones inflacionarias, advirtieron especialistas financieros.

En términos acumulados, al cierre de septiembre el precio del barril de la mezcla mexicana de petróleo de exportación registra una ganancia de 34.04 por ciento, equivalente a 20.81 dólares por barril, y en lo que va del año alcanza un promedio de 62.20 dólares, que representa 13.70 dólares por arriba del precio previsto en la Ley de Ingresos de 2018 de 48.5 dólares por barril.

Estimaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) precisan que cada dólar adicional al precio del petróleo incrementa los ingresos por exportaciones en 15 mil 349.7 millones de dólares. Es decir, que en lo que va del año las finanzas públicas han obtenido ingresos extraordinarios por al menos 210 mil 290.89 millones de pesos.

La SHCP en sus Criterios de Política Económica 2018 asegura: Un aumento en el precio del petróleo incrementa los ingresos por exportaciones de petróleo más que el incremento de los gastos por importación de hidrocarburos para Petróleos Mexicanos (Pemex).

Estos ingresos extras compensan parcialmente la caída en los volúmenes de extracción de crudo. Pemex reportó que durante el periodo enero-agosto de 2018 la extracción promedio diario de petróleo fue de un millón 868 mil barriles al día, lo cual representa una baja de 6.7 por ciento respecto del nivel del mismo periodo de 2017.

En marzo pasado, en los Precriterios de Política Económica para 2019, la SHCP estimó que en 2018 la producción promedio sería de un millón 983 mil barriles diarios , que implicaría un crecimiento de 1.8 por ciento con respecto a 2017. Pero la producción observada durante enero-agosto (último dato oficial disponible) refleja un volumen 5.8 por ciento menor al estimado anual.

Los ingresos excedentes se distribuyen en participaciones a los estados y municipios (recursos de los que generalmente no se audita su destino), para nutrir los fondos de estabilización petrolera y para el pago de deuda, principalmente, aunque también se destina una pequeña proporción a los programas de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, entre otros.

El aumento en el precio internacional del petróleo ha llevado a que la gasolina Magna, la más consumida en el país, se venda en casi 20 pesos por litro, y en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, por medio del cual se mide la inflación, los energéticos registren un aumento acumulado de 19.20 por ciento en un año. Lo anterior, ha llevado a que la inflación se sitúe en 5.02 por ciento en septiembre de 2018, el registro más alto desde marzo de este año, impactado principalmente por el alza en las gasolinas y el gas.

Jorge Sánchez Tello, director del programa de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), respaldado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, advirtió que pese al aumento en la cotización del crudo a escala internacional, México ahora produce la mitad del volumen que se obtuvo en 2004, cuando se llegó a 3.4 millones de barriles al día contra 1.8 millones de barriles y, por ello, la preocupación del nuevo gobierno por extraer más petróleo, justamente para que las finanzas públicas se puedan beneficiar de la recuperación del precio del crudo.

Sánchez Tello, alertó que las finanzas ahora se tienen que manejar de forma muy prudente, porque el gobierno que ya se va tuvo la mala idea de aumentar la deuda y el gasto corriente, algo que no nos ha beneficiado. Le deja al nuevo gobierno finanzas públicas muy comprometidas y con mucha debilidad, pues no tenemos el ahorro interno suficiente.

Por su parte, Alejandro Lima Portillo, especialista en Energía y Finanzas Públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, explicó que el aumento en los precios del crudo tiene un efecto favorable en los ingresos, porque son recursos con los que no contaba la SHCP para este año.

Por otra parte, algunas de las regalías que los particulares pagan al Estado están en función del precio. Por esos dos lados se tienen mayores ingresos para la Federación, pero trae impactos negativos por el lado de las gasolinas y combustibles, aunque también tiene su contraparte para la SHCP por el lado del impuesto especial sobre producción y servicios, que viene a absorber y a suavizar los choques externos, como el del tipo de cambio y los precios internacionales del crudo.

Lima Portillo recordó que la SHCP publica cada viernes el estímulo, con lo que se trata de atemperar la carga fiscal para que el aumento en el precio del combustible sea menos agresivo, pero tiene un costo porque Hacienda recauda menos.

Para el consumidor el impacto viene por el precio que tiene que pagar por los combustibles. Sin embargo, las empresas formales pueden deducir el costo de la gasolina y entonces en una fracción no se percibe el efecto inflacionario.

Destacó que es muy complicado que la inflación pueda reducirse porque la presión viene de dos lados: Por el tipo de cambio, que se ha mantenido arriba de 18 pesos por dólar, y también hay una tendencia de precios todavía altos por los conflictos geopolíticos de Estados Unidos con China; por las sanciones que impuso Washington a Irán por la violación de los acuerdos en materia nuclear y por ello es probable que el precio del barril siga alto y, además, se mantiene la expectativa de que el tipo de cambio siga elevado.

Alejandro Lima consideró complicado que a corto y mediano plazos el precio de los combustibles baje. En el ámbito interno también se ve complicada una disminución, porque 27 por ciento del precio de cada litro que se paga de gasolina es de impuestos y en la próxima administración esta carga se va a mantener.

En este escenario, los analistas consultados por La Jornada prevén que el precio de la gasolina Magna, que representa 60 por ciento del total del consumo de los combustibles en México, se va a mantener en 20 pesos por litro durante 2019 y, por tanto, la inflación puede descender.

Fuente: jornada.com