Diana Méndez
La violencia feminicida en Oaxaca ha alcanzado niveles alarmantes durante la administración de Salomón Jara Cruz, causando indignación y dolor en la sociedad. Desde el inicio de este gobierno, el 1 de diciembre de 2022, se han registrado 209 feminicidios y 711 personas desaparecidas, según datos de la Plataforma de Violencia Feminicida de Consorcio Oaxaca.
Entre los casos recientes que más han impactado se encuentran el doble feminicidio de las hermanas Virginia y Adriana Ortiz García, mujeres triquis asesinadas frente a su hogar; el feminicidio de Judith Vianney Toledo Santos, enfermera desaparecida tras salir de su trabajo en el Hospital del ISSSTE “Presidente Juárez”; y el de Soledad C.G., de 20 años, quien fue hallada sin vida cinco días después de ser reportada como desaparecida en la región de la Cuenca.
Organizaciones civiles y colectivas feministas han expresado su hartazgo ante la indolencia institucional y han exigido al gobierno estatal asumir su responsabilidad. Han demandado la creación de entornos seguros, la implementación de políticas efectivas de prevención, atención integral a las víctimas y la capacitación en perspectiva de género. Asimismo, insisten en que se sancione y destituya a funcionarios que hayan ejercido violencia contra mujeres.
Las voces de protesta también hacen un llamado al Gobierno de México y a organismos como la Secretaría de Gobernación, la Fiscalía General del Estado y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca para que tomen medidas concretas y pongan fin a la impunidad. “¡Justicia ya! ¡Alto al pacto patriarcal!”, exigen las colectivas feministas, que aseguran que el problema está lejos de resolverse.