Tras los actos de represión por parte del Gobierno Guerrerense a normalistas manifestantes de Ayotzinapa, en la autopista del Sol, y que arrojó un saldo de dos estudiantes muertos, el dirigente de la Sección 22 del SNTE, Azael Santiago Chepi repudió los actos, asegurando que este lunes la comunidad normalista está de luto.
Indicó que la base del magisterio, representada en su persona, está y estará en contra de cualquier acto de desalojo violento y de represión que se presente ante manifestantes, cuyo único interés sea el bienestar social, por lo que manifestó su rechazo absoluto ante los actos desafortunados sucedidos este lunes a normalistas guerrerenses.
Santiago Chepi declaró que se encuentra a la espera de los acuerdos y estrategias que plantee la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del estado de Guerrero (CETEG) para determinar las acciones que la Sección 22 realizará para manifestar el apoyo total hacia la comunidad estudiantil, cuyo único delito fue exigir una mesa de diálogo, una audiencia con el gobernador Ángel Aguirre, para abordar temas relacionados con las condiciones de la educación en ese estado.
Responsabilizó al gobierno federal encabezado por Felipe Calderón Hinojosa y al gobierno de estatal de Ángel Aguirre sobre los acontecimientos lamentables de este lunes en el estado de Guerrero e hizo un llamado a las y los normalistas de todo el país a unirse en un solo frente, para exigir cese a la represión de estudiantes.
Así mismo aprovechó para exigir la libertad de los compañeros y presos políticos que se ha informado se encuentran en este momento privados de su libertad, para la cual valorarán acciones locales, para demostrar el apoyo a la comunidad normalista, pero sobre todo el repudio a cualquier acto de represión, y que serán definidas tras su participación en la capital del país en un evento político.
Por último indicó que el tema educativa es preocupante a nivel mundial, debido a la política de privatización que se presenta en Chile y Colombia y que en México no es la excepción, lo cual invita a un análisis serio para debatir dichos actos, pero sobre todo para no permitir el uso de la fuerza pública y la armas para reprimir las manifestaciones de jóvenes que lo único que quieren es una mejora en la calidad educativa.
Agencia JM